Los médicos, enfermeros y trabajadores del Hospital Alcívar que recibieron a la primera paciente con síntomas de infección por coronavirus en Ecuador son las voces que abren el documental Paciente cero, crónicas de un hospital en tiempos de COVID-19.
Dirigido por Eduardo Alcívar, con la producción ejecutiva de Raúl Alcívar, el tráiler está disponible en YouTube y combina grabaciones de ese día y los posteriores, así como testimonios actuales de muchos de los involucrados en esa emergencia. Los dos creadores explican aquí la necesidad e importancia de Paciente cero, que se estrenó en el MAAC cine en julio y ahora se presenta en proyecciones privadas en Guayaquil y en Quito.
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Eduardo estima que alrededor de 30 personas colaboraron con sus relatos. “Hemos tratado de ser lo más inclusivos, para que se refleje el sentir humanizado de haber estado en la primera línea, que es un conjunto de médicos y personal sanitario”, añade Raúl.
La preproducción empezó en enero de 2021, pero desde el inicio de la pandemia se sintió la necesidad de registrar lo que iba ocurriendo. Mucho del contenido de Paciente cero se produjo de manera remota, además, por las limitaciones para viajar y congregarse.
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“El tema de la pandemia tuvo una constante evolución. La mayor parte del material son entrevistas, dramatizaciones y testimonios, con un 15 % de videos del momento, algunos inéditos”, explica Eduardo.
“Remontándonos al inicio, el caso de la paciente cero fue una conmoción, incluso un problema mediático”, rememora Raúl. “Tuvo implicaciones importantes para nosotros como institución y para todos los involucrados en la atención de esa paciente. Y justamente ellos cuentan lo que vivieron”. El equipo usó tino en temas de confidencialidad, pero no perdió la intención de crear una narrativa fiel e interesante. “Ese fue el origen, desde el punto de vista oficial, de la pandemia en el Ecuador”.
Paciente cero se inició con una conversación familiar. Eduardo, director de cine y publicidad, estaba viviendo fuera de Ecuador durante los primeros meses de pandemia y sentía la frustración de no poder ayudar. “Comenzamos así a conceptualizar el documental; nos tomó tiempo (tuvieron que esperar hasta 2021), pero no había otra opción. No solo es importante para el hospital, sino para Guayaquil y para Ecuador”.
Raúl resalta que todo se produjo en las instalaciones del hospital mientras se atendía a pacientes con COVID-19. En marzo de 2021, cuando hubo un repunte de casos en la ciudad, la producción no se detuvo.
“Eso refleja cómo el equipo de realización (la productora Preview) y el equipo médico querían que la gente supiera lo que ha pasado, contar sus historias”, subraya Eduardo.
Dentro del plan de producción se realizó un sinnúmero de entrevistas, de todas las áreas. “Si hubiésemos podido incluirlas todas, sería un documental de diez horas”, dice el director. “Fue un proceso de selección de anécdotas que se convirtieron en el cuerpo del documental”.
“Es un filme que refleja con toda seguridad el sentir del sector salud”, dice Raúl. “Cualquier médico o enfermero lo ve y se siente identificado. No hay un documental de estas características en Ecuador, que ayude a desmentir tantos rumores y situaciones que se han vivido”.
Dentro de este proceso, una mención especial va para el doctor Juan Carlos Aveiga Parra, autor del libro Lo que mis ojos vieron: crónicas de un médico en la pandemia (Rayuela, 2020), una de las fuentes informativas de Paciente cero.
Al momento, las proyecciones son reducidas, pero se ampliarán paulatinamente, y finalmente saldrá al público en alguna de las plataformas digitales.