En Estados Unidos se aprobó en 2006 el Acta PETS, a causa de lo que muchos ciudadanos percibieron como fallas al proteger animales y familias con animales durante el huracán Katrina (que llegó a Nueva Orleans en agosto de 2005). Ante la falta de refugios aptos y planes de emergencia para mascotas en las áreas afectadas, muchos dueños de mascotas decidieron no evacuar.