Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 12, 14-21
En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. Muchos lo siguieron y él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta Isaías:
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Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi Espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que aún humea, hasta que haga triunfar la justicia sobre la tierra; y en él pondrán todas las naciones su esperanza.
Palabras del papa Francisco
El profeta Isaías proclama también la justicia del Siervo de Dios, que lleva a cabo su misión en el mundo con un estilo contrario al espíritu mundano: «No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz. Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagará» (42, 2-3). Es la actitud de mansedumbre ―es lo que Jesús nos enseña con su humildad, la mansedumbre―, la actitud de sencillez, respeto, moderación y ocultamiento, que se requiere aún hoy de los discípulos del Señor. Cuántos ―es triste decirlo―, cuántos discípulos del Señor alardean como discípulos del Señor. No es un buen discípulo el que alardea de ello. El buen discípulo es el humilde, el manso que hace el bien sin ser visto. (Ángelus, 12 enero 2020)
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Santoral del día 16 de julio
Santa María Magdalena Postel
Nacida en Normandía, Julia se dedica a la educación de las jóvenes y al catecismo de los niños. Después del oscuro período de la Revolución Francesa, abrió una escuela en Cherburgo y en 1806 emitió sus votos bajo el nombre de María Magdalena: nace la Congregación de las Hijas de la Misericordia. (I)