Son 264 hombres, llamados los “últimos de Mariúpol”, quienes estuvieron más de dos meses atrincherados en la acería de Azovstal. Sobrevivieron si agua, comida o medicamentos, 53 de ellos heridos de gravedad. Pero sus lesiones van más allá de la piel, carne y huesos, llegan hasta lo más profundo de su mente.