En una atmósfera donde la luz parece flotar entre dorados sutiles y brillos de cristal, Valeria Arosemena y sus hijas protagonizan una escena que redefine el espíritu de la Navidad contemporánea: elegante, natural y profundamente familiar.

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En su mundo, la moda no es solo una cuestión de tendencia, sino una forma de conexión, de celebrar los lazos que iluminan cada etapa de la vida.

Una estampa de pureza y luz. Las niñas visten hermosos vestidos blancos con pequeñas estrellitas de EPK, que le aportan a sus atuendos ese toque de delicadeza y sofisticación infantil. Foto: Andrea Alvarado

Las tres irradian armonía entre texturas etéreas y tonos neutros, donde cada prenda parece elegida con intención: suavidad para abrazar, ligereza para moverse, brillo para soñar. Es la elegancia sin esfuerzo, esa que no busca impresionar, sino inspirar.

Una composición de familia y moda. Valeria, luciendo una hermosa y delicada camisa en tono claro de Lemaler y sus hijas con conjuntos casuales y cómodos, proyectan una sofisticación relajada, una oda a la elegancia moderna. Las joyas Swarovski que porta esta hermosa familia sellan el look. con un resplandor sutil y exquisito. Foto: Andrea Alvarado

Esta historia tiene tres protagonistas de estilo: Lemaler, con su interpretación femenina y refinada del vestir moderno; EPK, que lleva la ternura y el juego a la moda infantil; y Swarovski, con su toque final de magia, los destellos que convierten cada gesto en un pequeño espectáculo de luz.

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Porque más allá de las tendencias, esta Navidad se viste de lo que realmente importa: la unión, el amor y la belleza de compartir momentos auténticos llenos de alegría y autenticidad.

El azul y el blanco se entrelazan en una armonía perfecta. Victoria y Sienna, con conjuntos de cuadros de EPK (Ricocentro Entre Ríos), irradian inocencia y frescura, mientras Valeria, con vestido de Lemaler (Riocentro Entre Ríos, Ceibos y Quito) y joyas de Swarovski (Riocentro Entre Ríos), aporta el toque de sofisticación que eleva la escena. Foto: Andrea Alvarado