Los cuatro hijos de María Elena son parte activa de la empresa, cada uno desde su talento. En medio de la incertidumbre por la crisis sanitaria del 2020, María Elena Robalino decidió cumplir un sueño que había guardado en su corazón durante mucho tiempo: crear su propia marca de ropa. Así nació Lemaler, un proyecto de moda cimentado en la fe, el amor de la familia, la creatividad y la admiración por lo hecho a mano y con el corazón.
“Llevo más de 40 años en el mundo de la moda y siempre quise tener algo que reflejara mi esencia”, recuerda esta visionaria, quien por décadas confeccionó prendas para diseñadores y cadenas locales.
Fue así como, en medio de días inciertos, nació una primera colección de ropa cómoda y versátil, pensada para acompañar la vida en casa. Con el tiempo, esas prendas evolucionaron hacia una moda femenina elegante y contemporánea.
Valeria Arosemena: una vida entre flashes y amor familiar
Convencer al público de que lo hecho en Ecuador puede ser sinónimo de excelencia fue uno de sus grandes desafíos, cuenta la fundadora de Lemaler, una palabra que juega con las sílabas de su nombre y su pasión por el buen vestir. “Nos enorgullece decir que todo lo que hacemos es ecuatoriano. Trabajamos con manos que sostienen familias y eso es lo que más valor tiene, afirma.
Una familia que confecciona sueños
Si hay algo que sostiene el universo de Lemaler es la familia. Los cuatro hijos de María Elena son parte activa de la empresa, cada uno desde su talento. “Es una bendición enorme compartir esto con mis hijos. Hay diferencias, como en toda familia, pero el amor y el respeto siempre están primero. La familia es la empresa más importante que uno puede tener”, dice con orgullo.
Lemaler vive un momento de expansión. La marca ha abierto nuevas tiendas en Ecuador y sus colecciones ya viajan a países como Panamá, Puerto Rico y Estados Unidos. Junto con sus líneas Mariola (moda juvenil) y Carmela (textiles para el hogar), la familia Lemaler creó un universo textil donde el diseño y el agradecimiento diario caminan de la mano.
La ‘wedding planner’ que conecta desde el corazón
“Ver a una mujer usando Lemaler en una reunión o sobre un escenario, sentir que se empodera con una de nuestras prendas, es la mayor recompensa”, añade María Elena, quien además recalca que Dios le regaló el don de la creatividad y el diseño.




