El COVID-19, la enfermedad respiratoria que fue declarada una emergencia sanitaria en el 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), continúa evolucionando. Aunque ya no se trata de una alerta sanitaria, distintas variantes de este virus siguen enfermando a personas alrededor del mundo.
Una de las variantes que está circulando actualmente es la NB.1.8.1, clasificada por la OMS como una “variante bajo vigilancia y de bajo riesgo”, de acuerdo con un informe de su Grupo Asesor Técnico sobre Evolución del Virus (TAG-VE).
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La primera vez que se detectó esta variante fue el 22 de enero de este año, y los estudios demuestran que se originó de la variante XDV.1.5.1.
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Un aumento de contagios con esta cepa ya se han detectado en China, así como en múltiples lugares de Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
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Estos son los síntomas más comunes de la variante NB.1.8.1
- Tos
- Fiebre
- Diarrea
- Vómitos
- Dolor de cabeza
- Congestión nasal
- Dolor de garganta
- Cansancio o fatiga
- Dolores musculares
Según los informes de la OMS, aunque se trata de una variante de bajo riesgo, sí tiene una alta transmisibilidad, debido a las mutaciones que ha adquirido en las proteínas.
Además, puede evadir más fácilmente a los anticuerpos que otras cepas.
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Sin embargo, las vacunas que protegen contra el COVID-19 siguen siendo efectivas en combatir a las nuevas variantes. Los expertos médicos recomiendan tomar precauciones generales, como usar mascarilla o distanciarse si se presentan síntomas. (I)
