“Aunque tenga una enfermedad terminal, mi vida no está en etapa terminal. Quizás, sí; quizás, no”. Samara Martínez es una mexicana con lupus y enfermedad renal. Cada noche, para dormir, debe conectarse a una máquina y aún así su testimonio es de una mujer dulce e inspiradora.
Desde la privacidad de su hogar, Martínez, en un video, manifiesta: “Aunque a veces he querido tirar la toalla, y he estado a punto de renunciar, el aprendizaje que puedo obtener de todo esto es que si la vida quiso que dependiera de una máquina, voy a tratar de ser la mejor paciente del mundo, voy a tratar de convertir la oscuridad en luz y esta luz la he encontrado aquí, en redes sociales, compartiendo el conocimiento empírico, que tras 8 años de lucha, nos ha tocado vivir”.
Como la ignorancia es atrevida, dice el refrán, Samara debe esquivar comentarios hirientes. “Vaya que me los hacen… me dicen que esto no es vida y que para qué sigo intentándolo”.
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“Creo que todos tenemos un propósito en la vida y si de esto puedo sacar algún provecho lo voy a hacer, enseñando, compartiendo y dejando aprendizaje en los demás”, responde.
La vida con una enfermedad en etapa terminal
¿Qué tan pesado y difícil es tener que conectarse todas las noches a una máquina durante diez horas?
Samara tiene una enfermedad ya en etapa terminal y múltiples enfermedades crónico-degenerativas.
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Duerme “conectada” y dice que vivir con ese cuadro de salud es un proceso difícil. “Más que físicamente, mentalmente es todo un reto”.
Esta mexicana señala que lo normal es decirle a quien atraviesa una complicada situación de salud que tenga ánimo, pero es “desgastante” ir a trabajar, “muchas veces con fatiga y cansancio; donde tu vida depende de tomar veinte pastillas al día, tomar la presión e inyectarte casi todos los días y llegar de trabajar muchas veces sintiéndote mal, para hacer el proceso de conectarte a la máquina…evidentemente no es nada sencillo”.
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“No es sencillo para el paciente, no es sencillo para el núcleo familiar, no es sencillo físicamente, emocional ni económicamente”, destaca Samara.
Lamenta la paciente mexicana que ni el lupus ni la insuficiencia renal crónica tienen tanta visibilidad como otras enfermedades.
“Cada día, en mi caso, siento que esto es más pesado. Se vuelve más difícil porque se vuelve cansado”, relata y con tristeza dice: “Ya no tengo la esperanza de trasplantarme”.
Para Samara, lo más difícil es saber que su caso es “de por vida”.
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Sin embargo, comparte las palabras de una doctora: “Aunque tenga una enfermedad en etapa terminal, mi vida no se encuentra en etapa terminal”.
La paciente mexicana, que en momentos quiere tirar la toalla, desea ser luz para otros.
@sam.amm En ocasiones parece un infierno…, pero siempre hay un rayo de luz #vida #salud #dificil #mental #depresion #saludmental #adversidad #resiliencia #actitud #fyp #paratii #foryoupag
♬ sonido original - Samara Martínez
Afirma: “En ocasiones, parece un infierno; pero siempre hay un rayo de luz”.
A quienes sean o no pacientes los invita a “inspirar y trascender”. (I)