Perder peso después de los 50 años puede ser un dolor de cabeza para muchos, pero hay algunas estrategias que dan buenos resultados y que no requieren pasar largas horas en el gimnasio.
Investigaciones de BMJ Open Sport & Exercise Medicine indican que dormir menos de siete horas incrementa el riesgo de obesidad debido a la alteración hormonal que estimula el apetito.Hay que establecer una rutina nocturna que incluya desconectarse de dispositivos electrónicos y relajarse antes de dormir, señala el portal ya citado.Productos como las salchichas y los enlatados, aunque sabrosos, deben evitarse ya que interfieren con la pérdida de peso y pueden afectar la salud cerebral.El sitio web mencionado cita un estudio que recomienda a los mayores de 45 años evitar estos alimentos para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares. La mejor opción siempre será optar por alimentos saludables.Por último y no menos importante está la actividad física. Y es que al envejecer es indispensable.De acuerdo con el Colegio Americano de Medicina del Deporte, al alcanzar los 50 años, una persona puede perder hasta un 10% de su masa muscular, lo que repercute directamente en la capacidad del cuerpo para quemar calorías.No obstante, es posible contrarrestar esta pérdida muscular y el aumento de peso asociado mediante ejercicios de fortalecimiento.Estos ayudan a recuperar masa muscular y a incrementar el gasto calórico incluso en reposo. Se recomienda realizar entrenamiento con pesas al menos tres veces a la semana para obtener resultados significativos. (I)
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Con los años las hormonas pueden alterar el apetito, lo que dificulta que las personas puedan seguir una dieta saludable y perder peso.
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Perder peso después de los 50 años puede ser un dolor de cabeza para muchos, pero hay algunas estrategias que dan buenos resultados y que no requieren pasar largas horas en el gimnasio.
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