El mito de beber agua tibia con limón por las mañanas se ha convertido en una rutina para muchos. Lo oficializan convencidos de que va a mejorar su salud e incluso a bajar de peso y mejorar su estado de ánimo; les proveerá vitamina C necesaria para evitar gripes y resfriados, además de que les garantizará una piel suave y limpia de impurezas de por vida.

Pero ¿es realmente así o solo se trata de una pócima milagrosa imaginaria?, ¿existen bases científicas detrás? Creyentes y detractores han explicado sus razones con respecto a creer la rutina de esta práctica.

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‘Te ayuda con la digestión’

Según la Dra. Stephania Esparza, lo que facilita un buen tránsito intestinal es el agua, especialmente tibia. Parece que, sin embargo, existen pruebas de que el limón estimula la producción de los ácidos del sistema digestivo, así como la bilis, cuya función es ralentizar la digestión y permitir al organismo extraer mejor los nutrientes de los alimentos que ingerimos.

Sin embargo, puede agravar los ardores y las úlceras de estómago. El motivo es que el limón activa la pepsina, una enzima del estómago que descompone las proteínas. El reflujo de los fluidos digestivos puede activar las moléculas inactivas de pepsina que se hallan en el esófago y la garganta y estimular los ardores.

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‘Es un depurador natural’

De hecho, el zumo de limón puede estimular la producción de la bilis, cuya función es que los alimentos transiten de forma más suave y fluida por los intestinos. También ayuda, dicen sus partidarios, cuando se tiene indigestión o malestar estomacal.

A pesar de ser un cítrico, el limón no tiene la capacidad de diluir la grasa almacenada en el organismo. Imagen: Pexels

Los detractores alegan que mientras está demostrado que el agua en ayunas contribuye a limpiar el organismo de desechos naturales (o toxinas), no hay ninguna prueba que avale la creencia de que el limón haga lo mismo.

‘¡Adelgaza demasiado!’

La creencia que más encierra esta práctica, que tiene una parte lógica y no tanto. El portal de salud de La Vanguardia cuenta que el limón contiene pectina, una fibra que contribuye a sentirse satisfecho y, en consecuencia, menos hambriento durante más tiempo.

Cabe recalcar que esto solo funciona cuando se toma el limón entero, ya que al exprimirlo esta queda excluida. Para beneficiarse de ella debería comerse también la pulpa. Por elrio contra, existen otras muchas frutas más agradables de comer que la aportan.

La especialista en nutrición Stephania Esparza niega completamente este hecho y asegura que no baja de peso. Que de hecho, puede producir gastritis y empeorar una úlcera. (F)