En el manto de la noche, cuando las luces se apagan y el bullicio del día hace silencio, se abre una ventana hacia una experiencia profunda y transformadora: la sanación a través de los sonidos ancestrales.
Desde la sabiduría heredada de generaciones, diferentes culturas en el mundo han reconocido en más de una ocasión el poder curativo de los sonidos para armonizar nuestro cuerpo, aquietar la mente y reconfortar el alma.
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Y, de acuerdo con Cuerpo Mente, en tiempos donde el ruido y la agitación son constantes, abrirnos a la posibilidad de escuchar estos ritmos o entonaciones puede ser una forma poderosa de cuidar nuestra salud emocional y física.
Sonidos ancestrales: ¿Cuáles escuchar en las noches?
Mantras
Los mantras, como el poderoso “Om”, calman la mente, facilitan la meditación profunda y promueven el bienestar integral del cuerpo, la mente y el espíritu, además de que estimulan una respuesta positiva frente al estrés.
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Canto de los pájaros
Según un estudio del Servicio de Parques Nacionales (NPS) y la Universidad de Colorado, el canto de las aves es uno de los sonidos que más alivian el estrés. Su melodía armoniosa nos transporta a un estado de calma y paz interior.
Musicalidad del agua
El murmullo de las olas, la lluvia suave o el chapoteo de un manantial contienen la musicalidad del agua, la cual es especialmente beneficiosa para nuestra salud y para fomentar la tranquilidad. El sonido suave y constante del agua fluyendo nos brinda una sensación de armonía y bienestar.
Conciertos de plantas
Incluso las plantas tienen su propia voz. Según Cuerpo Mente, el sonido del viento pasar entre las hojas o el que estas producen al rozarse se convierten en conciertos que nos conectan con la naturaleza y nos ayudan a aliviar el estrés.
¿Lo mejor de todo? Es que escuchar estos ritmos naturales y ancestrales te permitirá obtener el sueño reparador que tanto anhelas.
(I)