La percepción de que las proteínas son las culpables del aumento de peso ha persistido durante mucho tiempo, arraigada en la idea de que un consumo elevado de este nutriente conduce inevitablemente a la acumulación de grasa.

Sin embargo, ¿qué tan cierta es esta creencia? Los expertos argumentan que el problema real no radica en la cantidad de proteínas consumidas, sino en un conjunto de factores más complejos.

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Proteínas y el peso corporal

Cada vez más personas aumentan su consumo de proteínas, ya sea a través de dietas carnivoras o de batidos. Foto: Freepik

De acuerdo con el New York Post, cada día son más las personas que consumen grandes cantidades de fuentes de proteína en su día a día por razones varias, pero este sí puede engordar, como señaló el nutricionista Stephen Sheehan a Fox News Digital.

El aumento de peso ocurre cuando no solo se comen grandes cantidades de carne y otros alimentos ricos en este macronutriente, sino que también son acompañados con muchas calorías. Esto provoca que la proteína extra se almacenes en el cuerpo como grasa.

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Sin embargo, el cofundador de una empresa de bienestar, Garry Lineham, le dijo Fox News Digital que que las proteínas “no son el enemigo, ni tampoco las grasas ni los carbohidratos”. En este sentido, el experto señala que el enemigo que sí favorece el aumento de peso es el “pensamiento rígido”.

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Y es que, aunque las proteínas tienen sus beneficios para quienes buscan aumentar la masa muscular, estas no deberían constituir gran parte de la dieta diaria. En exceso, todo alimento puede cambiar el proceso metabólico, así que lo ideal es experimentar con la comida y ver cómo reacciona el organismo, según el New York Post.

Así también se evitan los riesgos relacionados al exceso de proteínas como tensión en los riñones, problemas digestivos y la expulsión de carbohidratos y grasas importantes.

(I)

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