A más de un año de conocerse el primer contagio de COVID-19 en el mundo, los esfuerzos se están concentrando en la inmunización de la población y en contener los nuevos repuntes de casos alrededor del mundo.
La Organización Mundial de la Salud explica que la enfermedad de COVID-19 se origina por el virus SARS-CoV-2 y que alrededor del 80% se recupera de la enfermedad sin necesidad de un tratamiento hospitalario, mientras que el 15% requiere de oxígeno al enfermarse y el 5% llega a cuidados intensivos.
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Entre las complicaciones que conducen a la muerte están la insuficiencia respiratoria, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), sepsis y choque séptico, tromboembolismo y / o insuficiencia multiorgánica, incluida la lesión del corazón, el hígado o los riñones.
El médico Henry Pinela, quien ha atendido casos de COVID-19, indicó que la enfermedad cuenta con tres fases:
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Fase 1: infección temprana
En esta fase el virus comienza a replicarse tras ingresar al cuerpo, se empieza a manifestar con fiebre, aunque también se puede dar dolor de cabeza, pérdida del gusto, pérdida del olfato, en algunos, puede haber diarrea, dolor detrás de los ojos o conjuntivitis. En algunos pacientes se dan manifestaciones en la piel.
El especialista aclara que incluso se puede presentar caída de mucosidad por la nariz y que en el contexto de pandemia todo es COVID hasta que se demuestre lo contrario.
“Una vez que acaba la fase 1, muchas personas se quedan en esta fase, o sea, no evoluciona más, que son aproximadamente de siete a nueve días, máximo diez días pasan una infección asintomática o con síntomas leves, en esta época le podemos hacer una prueba cuantitativa si es que ya ha desarrollado anticuerpos y si vemos que está dentro de esa línea y los síntomas han mejorado, en vez de complicarse más, al paciente se le puede dar de alta”, refiere.
La mayoría de pacientes se quedan en esta fase.
Fase 2: primeras afectaciones a los pulmones
En la segunda fase se comienza a evidenciar un descenso de la saturación, así como el aumento de la fiebre, en casos donde el paciente presentaba una leve tos esta se agudiza y comienza a sentir que se agita. A esto se lo denomina ya un covid moderado.
Para confirmar este cuadro, Pinela señala que envía a realizar diversos exámenes como una tomografía de tórax, en la que se se evalúa lo comprometido que estará el pulmón. Además de evaluar si presenta una infección sobreagregada y la fase inflamatoria en la que se encuentre.
De acuerdo con los resultados se decide el tratamiento por aplicar y qué tipo de medicamentos recetar o si se coloca una vía para pasar estos. De igual manera se evalúan las otras afecciones que tenga como diabetes, hipertensión, cáncer... y que estas estén acorde con el tratamiento.
Fase 3: superinflamación
La respiración se complica y el paciente requiere oxígeno. Generalmente al llegar a esta fase se encuentra en sala de hospitalización a la espera de una cama en terapia intensiva, ya que al respirar se agita o cansa.
A través de exámenes se determina si el paciente requiere de intubación para permitir la respiración, así como el uso de determinados fármacos.
En estos pacientes los músculos llegan a perder la función, ya que aumenta el requerimiento de oxígeno, y pierden el apetito.
“Por lo general si tú no tratas bien a un paciente desde el principio y no le haces un seguimiento es muy probable que te llegue a una fase 3 y ya sea muy tarde para utilizar fármacos, todo paciente que está en un buen tratamiento desde el inicio se le puede detener llegar a la fase 3″, especificó. (I)