La higiene en el hogar es uno de esos aspectos que siempre se deben de cuidar para vivir de forma saludable. Sin embargo, los productos que usemos y la frecuencia con la que limpiemos depende de la habitación y de la superficie.
Por ejemplo, los platos sucios no pueden permanecer sin limpiar más de un día sin que lleguen insectos a los restos de la comida. La basura tampoco puede estar mucho tiempo acumulada, pues los desperdicios empiezan a apestar.
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Pero en los baños el consenso es diferente. Al ser un lugar en el que se va a expulsar restos biológicos, pero también a asearse, debe mantener un nivel satisfactorio de higiene.
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Según la doctora Kelly Reynolds, investigadora del Exposure Science and Risk Assessment Center (ESRAC) en la universidad de Arizona, se debe lavar el baño al menos una vez a la semana. La principal razón que expone la autora es que en el baño cohabiten microorganismos como hongos, bacterias y virus que pueden transmitir enfermedades y acumular suciedad.
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El aseo que recomienda la experta debe ser a profundidad, limpiando las superficies visibles como el piso, las paredes, el espejo y la taza del baño. Pero también se deben limpiar los lugares que no son tan visibles, porque la suciedad y las bacterias pueden acumularse en esos huecos.
Mientras tanto, un reportaje de NBC que consulta a dos expertos en limpieza y microbiología, coincide en los baños deberían ser limpiados una vez a la semana. Especificaron que la ducha debe ser limpiada cada dos semanas, pero las cortinas de la ducha pueden ser desinfectadas semanalmente.
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En el caso de las toallas que se usan para secarse el rostro, deberían cambiarse a diario.
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Otro factor que puedes tener en cuenta para la higiene de tu baño y tu salud es siempre bajar la tapa de la taza antes de descargar el inodoro. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature, al bajar la válvula del inodoro los microorganismos presentes en los excrementos humanos se transportan en forma de aerosoles.
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Estas mismas bacterias pueden propagar patógenos de una persona a otra, por lo que es recomendable evitar que estos microorganismos se esparzan. (I)