Tener huesos débiles podría parecer una molestia menor mientras la persona es todavía joven y piensa que tiene mucho tiempo para atender este aspecto de su salud. Pero a medida que envejecemos, esa debilidad nos pone en riesgo de fracturas y a su vez complica la posibilidad de recibir una cirugía exitosa, especialmente si es en la columna.