Cuando alguien intenta perder peso, una de las primeras cosas que hace es buscar dietas en portales de nutrición o inscribirse a un gimnasio y fijar una rutina de ejercicio. Sin embargo, al no tener un asesoramiento profesional, es común cometer errores que le hacen más difícil llegar a la meta.
En ocasiones, las personas pueden poner en riesgo su salud por no tener una dieta adecuada o un estilo de vida que le permita ejercitarse de forma saludable.
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Según Vanessa Rissetto, una nutricionista y cofundadora de Culina Health, la primera pregunta que uno debe hacerse al cambiar su rutina para perder peso es: “¿Esto es seguro?”. En el programa estadounidense Today, la doctora explicó que hay errores graves que llevan a mantener un estilo de vida que no es saludable.
No consumir las calorías necesarias
Si bien se tiene que reducir en cierta cantidad las calorías consumidas en un día para perder peso, no hay que consumir menos de lo que el cuerpo necesita. La nutricionista señaló que “mucha gente trata de reducir las calorías” para perder peso, pero a veces llevan la restricción demasiado lejos.
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Comer muy pocas calorías puede hacer que el cuerpo entre en modo de inanición, lo que puede conducir a un mayor riesgo de desarrollar pérdida de cabello, anemia y huesos quebradizos, entre otras cosas.
Rissetto recomendó multiplicar el peso, en kilos, por 25 y el resultado es la cantidad de calorías que se necesitan consumir diariamente para mantener el peso actual. Para perder peso se pueden consumir menos, pero sin bajar de 1.300 calorías.
No consumir proteína ni grasa
Las grasas saludables son imprescindibles para el cuerpo. Proveen al organismo de energía, ayudan a absorber vitaminas y apoyan la función celular.
Las proteínas, en cambio, son importantes en la formación de huesos, músculos, cartílagos y piel. También ayuda a construir y reparar tejidos, transportar oxígeno a través del cuerpo, digerir los alimentos y regular las hormonas.
“En promedio, la grasa es alrededor del 20 al 35 por ciento de su requerimiento calórico”, dijo Rissetto. “Por favor, todos, coman proteínas y grasas”, dijo la doctora. “Necesitan eso para alimentar su cuerpo”.
No beber suficiente agua
El agua es vital en la dieta de cualquier ser humano, pero no todos beben lo suficiente para mantener su cuerpo hidratado. Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina recomiendan 125 onzas de ingesta diaria de líquidos para hombres y 91 onzas para mujeres.
Según Rissetto, el agua ayuda a la digestión, así como la fibra. La fibra ayuda a controlar el peso, por lo que agregar vegetales y frutas adicionales a sus comidas puede ayudar a alcanzar sus objetivos.
Cortar grupos de alimentos
Hay un estigma en contra de los carbohidratos, pues las personas que hacen dieta suelen cortarlos completamente para evitar ganar peso.
Pero los carbohidratos también son necesarios en la alimentación, por lo que la nutricionista recomienda incluirlos en la dieta. “Los carbohidratos no son malos. Son nuestra principal fuente de energía. Los necesitamos como combustible”, dijo. “Le tenemos miedo a los carbohidratos porque nadie nos enseñó a comerlos”.
Rissetto explicó que una vez que se tiene claro qué es un carbohidrato y cuál debe ser el tamaño de una porción, “es más fácil de digerir”.
Tener expectativas inalcanzables
Antes de empezar una dieta o poner metas, es importante considerar el estilo de vida y las posibilidades que tiene una persona de cumplirlas. Para poder hacer ejercicio regularmente y preparar comida saludable, se necesita tener tiempo y dinero.
No es fácil alterar drásticamente una rutina para alcanzar las expectativas, que suelen ser muy exigentes. Además, tampoco es saludable ser totalmente restrictivo con lo que uno come o hace.
Gastar dinero en soluciones rápidas
Cuando se trata de mantener un peso saludable, no hay forma rápida o fácil de hacerlo. Con constante esfuerzo y compromiso es posible ver cambios después de varias semanas.
Pero hay productos que se ofrecen como la solución ideal para perder peso sin esfuerzo, que a fin de cuentas no son efectivos a largo plazo y pueden ser dañinos.
“Cuando piensas en estas modas, como una limpieza a base de jugos, tienes que comprar todo el kit y eso te cuesta cientos de dólares al mes”, explicó la nutricionista. Ella recomienda invertir mejor el dinero en un profesional que pueda asesorarlo de acuerdo a sus necesidades específicas. (I)
