Los oficiales del estado estadounidense de California están tratando de manejar la escasez de personal en los servicios médicos a través de una nueva política que permite que los trabajadores asintomáticos que han dado positivo en las pruebas para COVID-19 regresen a trabajar inmediatamente, sin aislamiento ni pruebas posteriores.
Según reportó el diario Los Ángeles Times, el retorno es “poco ortodoxo, pero necesario” para algunos expertos, aunque los empleados de salud insisten en que podría ser peligroso.
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El informe de Hayley Smith de este 12 de enero explica que una enfermera le contó que hay trabajadores contagiados atendiendo unidades de cuidados intensivos y de quimioterapia.
La ordenanza, que está vigente desde ahora hasta el 1 de febrero, está destinada a mantener en sus puestos a tantos trabajadores como sea posible, en un momento en que los hospitales esperan aún más pacientes.
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“Entré a trabajar en salud para ayudar a la gente, pero ahora soy el vector. Alguien va a venir a mí en su hora de necesidad, y yo potencialmente podría estarle pasando el COVID”, dijo Erin McIntosh, enfermera de emergencias del Hospital Comunitario Riverside.
Mientras tanto, el Departamento de Salud Pública de California dijo que los hospitales están alcanzando su máxima capacidad y que la decisión fue motivada por la falta de personal que dificulta dar cuidados esenciales.
De acuerdo con las guías actuales, los hospitales deberían agotar todas las otras opciones antes de recurrir a la nueva ordenanza, y los trabajadores que han dado positivo para coronavirus deberían “ser preferentemente asignados a trabajar con pacientes con COVID-19″. (I)