“Era de esperar”, afirma la escritora y periodista alemana Gaby Guzek. “El alcohol disipa el aburrimiento. Otros sienten temor por el futuro y las dificultades financieras y quieren aplacar esas preocupaciones con la bebida”. Además, no hay que olvidar la situación de las familias. “Normalmente, uno no pasa 24 horas seguidas al lado del otro. Con el alcohol, uno busca relajarse”, agrega.