Hay ciertos alimentos que, aunque se asocian con un estilo de vida saludable, a veces, esa reputación no es más que una fachada. Muchos de estos “superalimentos” han conseguido colarse en dietas sin que las personas cuestionen su verdadero valor nutricional.
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Jessica Hinteregger-Männel, especialista en medicina general, naturopatía y medicina nutricional en Meerbusch, Alemania, reseñada por Vogue, comparte cuáles son esos alimentos pocos saludables.
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Alimentos que no son tan sanos
A juicio de la experta en nutrición hay al menos siete alimentos que engañan por su supuesto valor nutricional.
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1. Batidos
En teoría son una bomba de vitaminas gracias a las frutas, pero ahí es donde se complica la cosa. Los batidos listos para llevar suelen estar cargados de azúcar y son bajos en fibra, lo que significa que en lugar de ser saciantes, disparan los niveles de glucosa y dejan con hambre.
“El contenido de vitaminas de este tipo de productos en los estantes de los supermercados suele ser bajo”, señala Hinteregger-Männel. “De hecho, es mejor comer una manzana entera, porque las pectinas que contiene sacian y son alimento para un microbioma intestinal sano”, afirma la doctora.
2. Cereales para el desayuno
Es fácil pensar que uno está comenzando bien el día con un tazón de cereales, pero muchos de ellos están hasta arriba de azúcar. Hay que tener cuidado porque si se busca un desayuno de verdad, elegir avena integral con frutas frescas y un poquito de yogur.
“Los copos de maíz, el muesli crujiente y la granola son deliciosos, pero suelen contener una gran cantidad de azúcar y grasa”, afirma Hinteregger-Männel.
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3. Tortitas de arroz
Aunque parecen la opción perfecta para picar, estas tortitas están llenas de carbohidratos vacíos que suben el azúcar en sangre y pueden liberar compuestos dañinos en el proceso.
“El arroz también contiene arsénico y cadmio, que son perjudiciales para los riñones y los huesos”, señala también la doctora que recomienda consumir galletas de arroz con moderación.
4. Frutos secos o deshidratados
A veces se piensa que la fruta deshidratada es un gran snack, pero en realidad es un concentrado de azúcar y fructosa. En vez de eso, se deben comer frescas como manzanas o plátanos, que son mucho más nutritivas.
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5. Barras de granola
Aunque las barras de granola parecen ser una opción saludable, muchas están cargadas de azúcar.
“Por lo general, contienen muy pocos copos de cereales integrales y, en su lugar, más chocolate y trocitos crujientes hechos de harina blanca, jarabe de glucosa o, peor aún, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa”, señala Hinteregger-Männel.
La nutricionista advierte que consumir demasiado de esto puede ser un problema, ya que se relaciona con el hígado graso.
6. Queso vegano
A veces, lo vegano no es necesariamente sinónimo de saludable, especialmente si viene en formato procesado.
Muchos quesos veganos de supermercado están llenos de aditivos. Hinteregger-Männel señala que, aunque parezcan una alternativa, en realidad suelen tener grasas saturadas y tienen menos calcio y proteína que el queso convencional.
7. Alternativas al azúcar
Los jarabes como el de arce, el de arroz o el de agave son a menudo promocionados como saludables, pero en realidad no son tan diferentes de la azúcar común.
Hinteregger-Männel explica que, pese a que cada uno tiene su mezcla de azúcares, todos tienen la misma cantidad de calorías y pocos nutrientes. Y no solo eso, los nuevos edulcorantes como el xilitol y el eritritol pueden sonar bien porque tienen casi cero calorías, pero también pueden aumentar el riesgo de problemas cardíacos y causar efectos laxantes si se pasan con la dosis.
(I)