Un número cada vez mayor de personas mayores padece dolor de columna. Aunque los medicamentos son cruciales para el tratamiento del dolor, los pacientes geriátricos no pueden utilizarlos en exceso debido a la disminución de la función hepática y renal, las enfermedades comórbidas y la polifarmacia (el uso simultáneo de múltiples fármacos para tratar afecciones médicas).