El hígado graso sí tiene marcha atrás. La solución se alcanza cuando la persona toma conciencia de que es una “condición adquirida” y debe “ajustar su alimentación”.
Publicidad
Por lo general, el hígado graso no da síntomas. Los médicos pueden sospechar y pedir ecografía y exámenes de sangre para ver qué tan inflamado está el hígado.


Publicidad
El hígado graso sí tiene marcha atrás. La solución se alcanza cuando la persona toma conciencia de que es una “condición adquirida” y debe “ajustar su alimentación”.