La enfermedad del hígado graso no alcohólica, por lo general, “avisa” tarde. Especialistas estiman que alrededor del 24% de los adultos en los Estados Unidos tienen esta afección, informa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK).
Desde la clínica Las Condes, de Chile, señalan que cerca del 20% de la población adulta tiene esa condición que hace que el hígado se inflame, “pero pocos saben que la padecen, porque se trata de una enfermedad silenciosa que demora varios años en evidenciar algún síntoma”.
En el site de la institución de salud citan al doctor Guillermo Silva, gastroenterólogo y hepatólogo, quien explica que “el hígado graso es la acumulación excesiva de grasa en forma de triglicéridos en más del 5% de las células hepáticas (hepatocitos), en ausencia de inflamación o fibrosis (cicatrices)”.
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En el NIDDK resaltan que el hígado graso “es más común en personas que tienen obesidad y afecciones que podrían estar relacionadas con la obesidad, como diabetes tipo 2″.
Los estudios sugieren que entre un tercio y dos tercios de las personas con diabetes tipo 2 tienen enfermedad del hígado graso no alcohólica.
NIDDK
Según Silva, “por años, los síntomas son generales, como los derivados de la resistencia a la insulina, sobrepeso, trastornos en los lípidos corporales o diabetes mellitus. Pero el hígado suele no dar síntomas sino hasta estados avanzados de la enfermedad; por ello, una vez detectado el hígado graso debe ser seguido por el hepatólogo”.
4 hábitos que ayudan a sanar el hígado graso
Karen Alarcón, especialista en gastroenterología y endoscopia, comparte tres hábitos para prevenir el hígado graso. De igual manera, si ya has tenido diagnóstico de la enfermedad puedes hacerlos también.
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1. Consumir antioxidantes
Los consigues en:
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- Arándanos
Las fresas, frambuesas, moras, zarzamoras, arándanos, grosellas, es decir, los frutos rojos en general, pueden ser un aliado para mejorar el hígado graso, al aportar antioxidantes, fibra y hierro.
Centro Médico - Quirúrgico de Enfermedades Digestivas
- Vegetales de hoja verde
- Frutillas
2. Tomar café
Señala Alarcón que el café, por sus antioxidantes, puede prevenir el hígado graso y reducir el riesgo de que pase de hígado graso a cirrosis
3. Hacer actividad física al menos 30 minutos al día
Para Alarcón, “lo ideal es hacer ejercicios de fuerza”.
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4. Como suplemento: la vitamina E. “Esta tiene evidencia de reducir la grasa en el hígado”.
Aconseja “buscar siempre” la asesoría de un especialista “para evaluar tu hígado y ver la posibilidad de que tengas fibrosis -cicatrices en el hígado- o de desarrollar cirrosis en un futuro”. (I)