Los pies son la parte del cuerpo a la que seguramente prestamos menos atención. Tal vez porque la mayoría del tiempo los tenemos guardados en los zapatos o porque no están tan expuestos como las manos y el rostro, zonas del cuerpo cuya piel sí tratamos de cuidar más.

La piel del pie, a diferencia del resto del cuerpo, y sobre todo en las plantas, es gruesa, porque soporta el peso de nuestra masa corporal. Este mayor espesor amortigua el continuo roce al caminar.

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Por esa razón está sujeta a un trauma constante, en especial si no usamos un calzado apropiado o no tenemos una pisada adecuada, lo cual produce callosidades en las áreas de mayor presión, explica la dermatóloga Marcela Ricaurte. Además, no posee glándulas sebáceas, de manera que la película hidrolipídica es menos rica en componentes grasos y no protege adecuadamente esta zona, ilustra Leire Azcona, farmacéutica vasca.

Hidratar todas las noches

Entonces, siendo la piel que más trabajo tiene, por decirlo de una manera, hay que hidratarla constantemente.

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Antes de aplicarse cremas o ungüentos, no olvide limpiar los pies adecuadamente con agua y jabón. Foto: El Universo

Al respecto se recomiendan los productos queratolíticos (que eliminan el exceso de escamas o piel muerta, tal como ocurre con los callos); estos son las cremas con urea a distintos porcentajes, los cuales vamos a escoger según el engrosamiento de la piel, como en los casos de hiperqueratosis. La hiperqueratosis es el diagnóstico de un engrosamiento extremo de la piel, lo cual conlleva la aparición no solo de callos, sino inflamación crónica, eccema o trastornos genéticos, como la ictiosis

“Aunque no tengamos alguna alteración o callosidad, todas las noches debemos hidratar los pies; lo ideal es usar un hidratante con urea, también se pueden emplear los productos tipo vaselina”, señala la especialista. En general existen varias cremas reparadoras, con componentes que a algunos les hacen falta en su piel, como ceramidas, factor de hidratación natural ácido hialurónico.

Lo importante, dice Ricaurte, es que estas cremas sean tipo ungüento y pomadas.

Pedicuras y cuidados

Entre los cuidados básicos del pie, la cosmetóloga Martha Romero recuerda la limpieza siempre antes de hidratar, tal cual hacemos con el resto del cuerpo. Los pies deben estar limpios antes del uso de cualquier producto cosmético e incluso antes de meterlos a la cama.

Las pedicuras deben realizarse con una diferencia de entre 15 a 21 días, no menos. Foto: El Universo

Lavar con agua y jabón toda la superficie y secar bien entre los dedos para evitar infecciones por hongos. Romero también sugiere exfoliar una vez por semana, si es de su gusto; y si tiene resequedad extrema, utilizar medias suaves al dormir. Asimismo, usar bloqueador en el día para evitar manchas si luce sandalias u otros zapatos abiertos.

En cuanto a las pedicuras, estas deben realizarse con una diferencia de entre 15 y 21 días, no menos, dice la cosmetóloga. El corte de uñas no debe ser invasivo, solo cortar lo que sobresale, para evitar uñeros.

A decir de Ricaurte, al cortar las uñas de forma redonda, entrando en los bordes laterales, se eliminan los ligamentos de las uñas que los conectan a la piel. “Cuando se cortan, la uña pierde dirección, en ese momento empieza a crecer chueca y se incrusta en la piel. Por eso siempre deben cortarse cuadradas y rectas”.

La dermatóloga recomienda no usar instrumentos puntiagudos para limpiar debajo de las uñas, porque las desprenden de la piel, y estos espacios favorecen el cultivo de hongos. Si bien es cierto que con estos objetos se busca eliminar la suciedad, Ricaurte explica que lo correcto es usar un cepillo de cerdas suaves; los instrumentos solo generan más trauma.

Finalmente, evite limar los callos, esta acción solo le dice a la piel que ahí debe crecer más. Es mejor tratar de eliminarlos con cremas, porque logran ablandarlos por completo.