El aprendizaje a través del juego contribuye a crear personas que no dejan de aprender durante toda su vida, afirma The Lego Foundation en su informe de 2018 Aprendizaje a través del juego, realizado en apoyo a Unicef.
El juego debe ser tratado en el aula, el hogar y otros entornos de la niñez como una estrategia de aprendizaje esencial. El periodo más importante del desarrollo humano es el que comprende desde el nacimiento hasta los 8 años. Aquí se desarrollan las bases para las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental.
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Aunque el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia se produce con una rapidez que luego nunca se igualará. Los años de la educación preescolar son la parte central del periodo de la primera infancia, y fundamentan el éxito tanto en la escuela como después de esta.
Resultan esenciales la estimulación y el aprendizaje derivados de actividades como jugar, leer o cantar.
El juego resulta pertinente durante todo el periodo de la primera infancia, pero The Lego Foundation aclara que si bien ese es el rango de su investigación, hay suficiente respaldo para afirmar que pasados estos años el juego sigue siendo necesario.
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Desde la concepción hasta los 2 años
Con la estimulación adecuada, el cerebro del niño forma conexiones neuronales a un ritmo de al menos 1.000 por segundo. Sin embargo, puntualiza el informe, existen indicios recientes de que dicha velocidad podría ser de hasta un millón por segundo. Estas conexiones se ven potenciadas por los entornos ricos, afectuosos y protegidos, por unos cuidadores receptivos y lúdicos. Facilitan la creación de lazos de unión y de un vínculo seguro y de un desarrollo emocional positivo.
De los 3 a los 5 años
Las competencias lingüísticas, socioemocionales y cognitivas del niño que ya va a la escuela experimentan un rápido desarrollo. Durante este periodo resultan esenciales la estimulación y el aprendizaje derivados de actividades como jugar, leer o cantar, así como de la interacción con los compañeros y con los adultos que cuidan del niño, tanto en casa como en entornos de educación preescolar de calidad. El juego en el periodo preescolar permite a los niños explorar y dar sentido al mundo que les rodea, además de utilizar y desarrollar su imaginación y su creatividad.
De los 6 a los 8 años
Este periodo normalmente coincide con los primeros cursos de la primaria. El aprendizaje basado en el juego sigue teniendo una importancia crucial, pero a menudo se descuida en favor de enfoques educativos centrados en objetivos académicos. Sin embargo, en este periodo, los enfoques de aprendizaje activo basado en el juego pueden transformar las experiencias educativas de los niños en los primeros cursos de primaria y fortalecer tanto su motivación como los resultados de aprendizaje.
¿Por qué es tan importante el juego para la educación?
El juego es una de las formas más importantes en las que los niños pequeños obtienen conocimientos y competencias esenciales. Un programa preescolar eficaz se fundamenta en oportunidades de juego y entornos favorecedores, la exploración y el aprendizaje práctico.
El juego es una experiencia universal. Todo el mundo lo reconoce cuando lo ve, ya sea en la calle, en los pueblos, en los patios de recreo, en clase. En todas las culturas, niveles económicos y comunidades, los niños juegan ya desde temprana edad.
Los niños y los adultos aman el juego porque les permite entrar en acción y tener control sobre la experiencia. No importa la edad, importa la iniciativa, el proceso de toma de decisiones y el grado de decisión propia en el juego. A continuación, algunas de las definiciones que, si bien no terminan de definir lo que el juego es, sí dan las pautas.
El juego es una experiencia universal. Todo el mundo lo reconoce cuando lo ve, ya sea en la calle, en los pueblos, en los patios de recreo, en clase.
- El juego es provechoso. Los niños juegan para dar sentido al mundo que les rodea y para descubrir el significado de una experiencia conectándola con algo que ya conocían previamente. Mediante el juego, los niños expresan y amplían la interpretación de sus experiencias.
- El juego es divertido. Cuando vemos jugar a los niños -o a los adultos-, a menudo observamos que sonríen o ríen abiertamente. Obviamente, el juego puede tener sus retos y sus frustraciones (¿A quién le toca primero? ¿Por qué no consigo que este juego de construcción se sostenga?), pero la sensación general es de disfrute, motivación, emoción y placer.
- El juego es participación activa. Si observamos cómo juegan los niños, normalmente veremos que se implican profundamente en el juego, a menudo combinando la actividad física, mental y verbal.
- El juego es interativo. Ni el juego ni el aprendizaje son estáticos. Los niños juegan para practicar competencias, probar posibilidades, revisar hipótesis y descubrir nuevos retos, lo que se traduce en un aprendizaje más profundo. Como Calvin y su tigre Hobbes, son capaces de inventar sus propios juegos y transformarlos a cada paso.
- El juego es interactivo. El juego permite a los niños comunicar ideas y entender a los demás mediante la interacción social, sentando las bases para construir un conocimiento más profundo y unas relaciones más sólidas.
Aprendizaje a través del juego: más ejemplos
Jugando, los niños aprenden a:
- Establecer un plan y seguirlo. ”Quiero dibujar a mi familia. ¿A quién pondré en mi dibujo?”.
- Aprender mediante ensayo y error, utilizando la imaginación y las competencias de resolución de problemas. ”¡Mi alta torre se ha caído! A lo mejor mi amigo puede ayudarme a construirla de nuevo”.
- Aplicar conceptos de cantidad, ciencia y movimiento a la vida real. ”Me gustan esas semillas grandes. ¿Cuántas me harán falta para cubrir esta parte de mi dibujo?”.
- Razonar de una manera lógica y analítica manipulando objetos. ”En este rompecabezas faltan algunas piezas. ¿Cuáles podrían encajar”.
- Comunicarse con los compañeros de clase y dirimir las diferencias de opinión. “Yo quiero ser la madre. ¿Puedes ser tú el bebé? ¿O prefieres ser la abuela?”.
- Obtener satisfacción de los propios logros. ”¡Lo hemos hecho juntos!”.
- Desarrollar la creatividad y explorar la estética y la destreza artística. ”Me pregunto qué ocurrirá si mezclo estos colores”.
No los aleje para que jueguen: juegue con ellos
Los niños pequeños no solo aprenden en los entornos formales y organizados. El entorno familiar y la comunidad son los lugares donde los niños pequeños pasan una gran parte de su tiempo, por no decir la mayor parte, durante sus primeros años de vida, interactuando con sus padres, sus hermanos, los miembros de su familia extensa y sus vecinos.
Los cuidadores, en su calidad de “primeros maestros” de los niños, tienen un importante papel a la hora de crear el espacio para el aprendizaje a través del juego.
Estas interacciones y relaciones ejercen una influencia significativa en el modo en que los niños entienden y experimentan el mundo que les rodea. De hecho, los entornos familiares y la comunidad proporcionan excelentes oportunidades para favorecer el aprendizaje a través del juego desde los primeros años de vida hasta los periodos preescolar y de primaria.
Los cuidadores, en su calidad de “primeros maestros” de los niños, son los principales valedores de su aprendizaje y, por tanto, tienen un importante papel a la hora de crear el espacio para el aprendizaje a través del juego. En consecuencia, resulta esencial apoyar a los cuidadores y empoderarlos para que puedan desempeñar un papel activo en la configuración del aprendizaje y el desarrollo de los niños, así como para facilitar el aprendizaje lúdico a los niños que están a su cargo en las experiencias cotidianas tanto en el hogar como en la comunidad.