Tengo una repentina picazón en las manos y en las piernas, especialmente en las noches, y al levantarme noto ampollas que al reventar se hacen granos, con una textura gruesa. Llevo tres años con esta enfermedad y me da problemas al sentarme, porque me han salido en las nalgas, y mi trabajo es estar sentada por muchas horas. Mis familiares me dicen que pueden ser lesiones cancerosas. El medicamento que tomo es loratadina y betametasona, pero no me siento bien, no puedo dormir, sangro de la desesperación con que me rasco.