El archipiélago de Galápagos (Ecuador), junto a Malpelo (Colombia), Clipperton (Francia) y Revillagigedo (México), alberga algunas de las mayores cantidades de tiburones registradas a nivel mundial, incluyendo al críticamente amenazado tiburón martillo común (Sphyrna lewini).

Las Áreas Marinas Protegidas (AMP) costeras muestran señales de una grave disminución, según revela uno de los estudios más completos realizados hasta ahora sobre tiburones y otros grandes peces depredadores en el Pacífico Este Tropical (PET), difundido este miércoles por la Fundación Charles Darwin (FCD) y National Geographic Pristine Seas.

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Las islas oceánicas del Pacífico Este Tropical son “una ventana al pasado, donde los tiburones y los grandes peces depredadores son la norma y no la excepción”, dijo Pelayo Salinas, investigador principal de la FCD.

AME3099. ISLA GALÁPAGOS (ECUADOR), 26/11/2025.- Fotografía sin fecha específica cedida por el Parque Nacional Galápagos que muestra tiburones en el archipiélago de Galápagos. Galápagos (Ecuador), junto a Malpelo (Colombia), Clipperton (Francia) y Revillagigedo (México), albergan algunas de las mayores cantidades de tiburones registradas a nivel mundial, incluyendo al críticamente amenazado tiburón martillo común (sphyrna lewini). EFE/ Parque Nacional Galápagos /SOLO USO EDITORIAL/ NO VENTAS/ SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) Foto: EFE

Autor sénior del estudio, Salinas anotó que estas áreas “ofrecen un vistazo de cómo luce un océano saludable y destacan el papel clave que desempeña la conservación marina en la protección de estos últimos refugios frente a la sobrepesca sistemática”.

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El estudio estuvo liderado por investigadores de la FCD, en colaboración con National Geographic Pristine Seas y la Dirección del Parque Nacional Galápagos, entre otras instituciones regionales.

El equipo usó estaciones de video submarino remoto con carnada para evaluar tiburones y otros grandes peces depredadores en cuatro áreas marinas protegidas (Galápagos, Malpelo, Clipperton y Revillagigedo) y tres costeras (Machalilla, Galera, San Francisco e Isla del Caño).

“Las islas oceánicas, como Galápagos y Malpelo, son lugares extraordinarios donde aún prosperan poblaciones excepcionales de tiburones y otros grandes peces depredadores -como jureles, meros y pargos-” mientras “estas especies están desapareciendo rápidamente en otras zonas”, dijo Simon McKinley, autor principal del estudio.

Una hembra de tiburón sedoso viajó casi 7.000 kilómetros en siete meses entre febrero y septiembre de 2021, visitando las áreas marinas protegidas de Galápagos, Isla del Coco y Malpelo durante su recorrido. Foto: Thomas P. Peschak/www.thomaspeschak.com Foto: Thomas P. Peschak

Las áreas marinas protegidas brindan protección a las comunidades marinas frente a prácticas de pesca insostenibles, permitiendo que los animales vivan sin perturbaciones, indicó.

Sitios de crianza de peces depredadores

El estudio confirmó que la mayoría de los tiburones de Galápagos observados en Clipperton eran juveniles, lo que sugiere que esta área marina protegida funciona como un sitio de crianza importante.

En contraste, en otras áreas marinas protegidas insulares se registraron individuos más grandes y maduros, lo que indica que estos sitios funcionan como zonas de agregación de adultos o áreas de alimentación.

Además, se detectó que las comunidades de peces depredadores difieren entre las islas oceánicas, probablemente influenciadas por corrientes regionales y condiciones ambientales locales como temperatura y disponibilidad de alimento.

El tiburón martillo, más presente en el sur

El tiburón martillo común se registró con mayor frecuencia en las áreas marinas protegidas del sur, como Galápagos y Malpelo, mientras que se vio más tiburones punta plateada (Carcharhinus albimarginatus), catalogado como vulnerable, en las AMP del norte.

Estos patrones muestran cómo cada área marina protegida alberga ensamblajes distintos, lo que subraya la necesidad de estrategias de manejo adaptadas a sus condiciones ecológicas únicas, según el estudio.

En contraste con las áreas marinas protegidas oceánicas remotas, los estudios en las zonas costeras revelaron pocos grandes depredadores y baja cantidad de peces, signos de un ecosistema marino bajo presión, algo “preocupante” para los científicos.

“La triste realidad es que, a pesar de estar dentro de áreas protegidas, estas especies probablemente han sido pescadas de manera insostenible a lo largo del tiempo, al punto de haber sido parcial o completamente eliminadas de los ecosistemas marinos”, dijo McKinley. (I)