La paz y tranquilidad de la que gozaban los turistas extranjeros de Anaconda Lodge, ubicado en en Napo, se acabó a finales de octubre de 2022. Desde ese mes el ruido de volquetas y retroexcavadoras, emitido casi las 24 horas del día, sobrepasa el trino de las aves, los sonidos de los monos, insectos y otras especies únicas de la zona.