Nació en Guayaquil, pero creció en Shanghái. Su padre es chino y su mamá ecuatoriana. Canta en español, inglés y chino. Baila, actúa y cocina. Ren Kai es definitivamente una estrella en ascenso.

Su nombre, compuesto por dos caracteres chinos que significan persona triunfante, se hizo más conocido en nuestro país tras haber pasado por las cocinas de la segunda temporada del reality show de Teleamazonas, MasterChef Celebrity Ecuador.

A lo largo de los últimos seis años ha sacado más de 30 canciones en respuesta a su sueño más activo que nunca de representar los dos lados de su corazón y construir un puente entre ambas regiones para que surjan más oportunidades de conectar y conocer.

Y a sus 32 se prepara para continuar con certeza sus planes para este 2025 en lo musical y personal, además de recordar su paso por el programa con cariño y seguir mostrando a sus seguidores que la mezcla de sus dos culturas es su fórmula para el éxito.

¿Cómo empezaste en el mundo del entretenimiento?

Mi sueño hacia emprender una carrera artística nació cuando tenía 9 años y logré representar a Ecuador en un festival de arte en Shanghái.

Eso derivó en muchas más de 50 presentaciones durante un año y todo eso llevó a que me enamorara mucho más del escenario y de disfrutar muchas áreas de lo que involucra, como la música, la actuación... Eso sí, siempre me ha gustado la música.

¿Desde muy pequeño?

Sí (risas). Mi mamá me decía que es desde cuando estaba en su vientre. El embarazo que tuvo conmigo le producía mucha náusea, mucho vómito y lo único que me calmaba era cuando ponía música a un alto volumen.

Curiosamente, muchos de los artistas que le gustan a mi mamá me gustan a mí desde que tengo uso de razón. Elton John y Air Supply, por ejemplo. Mis padres tienen videos míos de muy pequeño donde me ponía a cantar y bailar, pero yo no supe que tenía un potencial para desarrollarlo mucho más hasta esa oportunidad que tuve en Shanghái.

¿Cuándo crees que se cristalizó tu sueño?

Por temas familiares dejé de hacer música durante mucho tiempo y lo retomé ya luego de muchos años. Fue justamente antes de la pandemia, en el 2019, que lancé oficialmente mi carrera como solista. Antes de eso había estudiado Negocios Internacionales y estuve trabajando en algunas empresas.

La verdad fue mi primera canción solista y me permitió seguir, digamos, con mucho más entusiasmo en la carrera. Dos años después de eso firmo con Sony para empezar a desarrollar la carrera también en Asia.

Eso también siempre fue parte de mi sueño y me permitió darme cuenta de que más allá de lo que busco hacer a nivel musical existe un trabajo de embajador cultural que conlleva este proyecto o este sueño que siempre he tenido y hasta la fecha uno de mis proyectos recientes, digamos, ha sido participar en MasterChef.

¿Cómo se dio esa oportunidad?

Justamente estaba en China cuando me invitaron a formar parte, realmente fui el último celebrity que invitaron y a la semana yo ya estaba en Bogotá empezando las grabaciones.

Para ser muy honesto, yo no había visto ningún capítulo de MasterChef previamente. Había escuchado del programa y supe un poco de los participantes que estuvieron en la temporada pasada porque algunos son amigos míos, pero honestamente no conocía el impacto que realmente tenía en la audiencia ecuatoriana.

Cuando me llamaron, esos días estaba pasando por una emergencia familiar y la noticia cayó obviamente como algo bastante grato. Me tomé un día para conversarlo con mi familia, confirmé y al siguiente día lo anunciaron.

¿Cuál era tu relación con la cocina antes de participar en el programa?

Yo lo tomé como una oportunidad de vivir una primera experiencia a nivel de reality y también para aprender de cocina, que siempre ha sido algo que en el fondo sí me ha interesado, mas no lo había podido desarrollar o practicar porque en mi familia, a pesar de que todos cocinan bastante rico, no había tanto una cultura como de acompañarlos en la cocina; entonces, no fui tan cercano a las técnicas, simplemente a disfrutar la comida (risas).

¿Entraste con la mentalidad de ganar?

Definitivamente entré con una mentalidad que iba más por el lado del aprendizaje. Nunca entré con un espíritu tan competitivo. El día antes de viajar a grabar a Bogotá sí consulté con un chef para no ir en cero. Creo que había cocinado menos de 20 veces en mi vida antes de eso.

Yo no conocía nada de técnicas, de términos y no tenía muchas recetas en la mente, entonces sí fue abrumador ya verme en la competencia y sentir que varios de mis compañeros sí estaban con una mayor preparación y como con una mentalidad de ganar. Pero fue muy chévere, definitivamente.

¿Dónde nació el apodo de ‘Renato Caicedo’?

Fuera de las cocinas. Álex Vizuete me puso ese apodo (risas). Se supone que es mi alter ego más atrevido y pícaro. Me decía el ‘dragón de la bachata’.

Esas son las cosas por las que también me siento tan agradecido con todo el grupo, porque fue una experiencia entretenida. Y te cuento que hoy en día hay personas que siguen creyendo que me llamo Renato Caicedo y que mi nombre artístico es Ren Kai.

En redes sociales aún se preguntan si mantienes un vínculo con Naíza luego del programa.

Pues lo que sucedió en el programa para nosotros fue bastante sorpresivo porque ninguno de los dos entró pensando que iba a pasar algo romántico. Yo la conozco a ella como amiga ya hace varios años, básicamente desde que empecé mi carrera. Casi todos los años hemos podido compartir un rato y desde ese entonces ya me llevaba también muy bien con su familia.

He aprendido mucho de ella en todo el proceso, pero el programa nos llevó a conocernos más. En un punto al mes de la grabación tanto nuestros compañeros como la producción nos empezaron a molestar y también por ambos lados nacieron ciertos sentimientos y nos dejamos llevar por lo que estábamos viviendo. Lo que vio la audiencia fue bastante real y muy bonito, pero no siempre todo intento de amor tiene un final feliz.

En su momento sí nos dimos una oportunidad para seguirnos conociendo más. Pero igual las carreras de cada uno son bastante movidas. Posterior al programa hemos tenido momentos en los cuales hemos podido coincidir y seguir compartiendo. Ambos vivimos en diferentes lugares y hay que ver qué depara el futuro. Uno nunca sabe, pero sí, definitivamente lo que se vivió en el programa fue algo muy chévere que no me esperaba.

¿Vivir entre dos culturas es retador? ¿Cómo lo manejas?

Pienso que crecer con las dos culturas definitivamente ha sido una bendición. Siento que son muy opuestas, pero entre esa diversidad existe ventaja y riqueza. Yo estudié el kínder en Guayaquil y al inicio fue un desafío recibir bullying por ser asiático básicamente. Cosas que los niños dicen, ¿no? En ese entonces era algo que sí me afectaba.

Cuando fui a China por primera vez era diferente el trato. Culturalmente les gustan los niños y niñas que son mezclados. Les llama mucho la atención eso exótico. Es interesante porque a pesar de que para un latino me puedo ver bastante asiático, para un chino me veo muy diferente.

De pequeño, en China me sentía muy querido, a todos los lugares que iba me regalaban cosas (risas). Tengo muy buenos recuerdos creciendo allá con mis abuelos, a pesar de que mis papás no estaban conmigo. Fueron bonitos tiempos.

¿A cuál te sientes más cercano?

Obviamente me siento siempre de ambos lados y eso me permitió muchas veces también entender a mis padres. Admiro mucho que a pesar de que entre ellos hay tanta diferencia cultural, han sabido manejar ese desafío en la comunicación. Ha sido interesante entender ambas partes y ser ese puente para ellos. Y ahora más aún querer seguirlo construyendo a nivel de mi carrera.

Siendo chino, ¿te molesta que asuman, por ejemplo, que eres coreano?

No, para nada. Yo entiendo la ola de entretenimiento coreana, que para mí es algo de admirar. Siento que ese fenómeno ha hecho que la perspectiva cambie hacia el asiático.

Pero yo soy orgullosamente chino y quiero promover mucho más la cultura china y viceversa con la ecuatoriana. Busco destacar lo bonito que tienen.

Mi papá justamente migró porque se enamoró de este país. No solo fue un turista, sino que se integró y lo volvió su hogar.

¿Qué preparas para el resto de este 2025?

Me emociona porque justamente tuvimos un lanzamiento musical este 23 de abril, llamado Foto - Snap. Por otro lado, sin dar detalle o hacer spoiler, las colaboraciones que se vienen me tienen entusiasmado.

Sí pienso definitivamente regresar a China para seguir haciendo otras actividades que han quedado pendientes por ese lado del mundo, pero igual voy a estar yendo y viniendo.

A raíz de MasterChef han surgido muchas oportunidades y actividades y por eso también me he quedado acá en Ecuador estos meses posteriores al programa. Me encanta China y poder estar en ambos lados es lo que me hace feliz.

Cuando estoy lejos también termino extrañando Ecuador, pero quién quita que me vean en algún reality show por allá en Asia muy pronto. (E)