Matías Oyola, excapitán de Barcelona Sporting Club (y uno de los máximos referentes del club), acaba de debutar en una nueva faceta en el universo futbolístico. Desde mediados de mayo el reputado ‘Pony’ Oyola se convirtió en flamante comentarista del programa Marcador, de Radio City (radio asociada a Diario El Universo).
En ese espacio el exfutbolista se atreve a salir de su zona de confort y se prueba en lo mediático, luego de una carrera de más de 10 años en BSC, en la cual se caracterizó por mantenerse alejado de la polémica y de cualquier situación que lo lleve a ser presa de las cámaras bajo una luz negativa.
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Todo lo contrario. Oyola sueña, come, respira fútbol (y ahora también opina). Retirado del balompié en el 2023, el exdeportista no concibe otra forma de vivir que no sea vinculado a esta actividad, tal como deja ver en esta entrevista. Además de la radio, vive el fútbol en otras esferas. Formando a sus hijos, y otros niños, en proyectos escolares. Se mantiene en su gran ilusión de trabajar como director técnico. Y que la idea de convertirse en presidente del equipo canario deje de ser un sueño algún día.
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¿Cómo te vinculaste con Radio City?
A través de Pancho Molestina, con quien tengo una gran relación. Me preguntó si me gustaba la idea, íbamos a estar juntos. Siempre digo lo mismo, cuando estás con gente que te cae bien, que sentís que tiene un una buena vibra, una buena energía... Le dije que sí, encantado. Es mi primera experiencia en medios, espero que sea lindo trabajar en conjunto.
En tu carrera como futbolista no fuiste afín a ser mediático. ¿Cómo sientes el cambio al estar en un medio?
Siempre me mantuve en mi lugar, que era entrenar, hacer mi trabajo, jugar los fines de semana y enfocarme pura y exclusivamente en eso. Nunca en lo externo o lo mediático.
Hoy fuera del fútbol también buscaré el lugar donde me sienta cómodo. Volver a jugar es imposible, pero hablaré de lo que me apasiona, que es el fútbol. Me encantaría el día de mañana ser director técnico.
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¿Cómo será tu aporte en este programa?
Voy a analizar los partidos, hablar de lo que fue la fecha, de lo que no cree que puede mejorar de un equipo.
Otros futbolistas también trabajan en radio. ¿Con qué estilo te gustaría diferenciarte?
A nivel mundial el que más me representa es un exjugador de fútbol en Argentina, que se llama Diego Latorre. Él hace análisis bastante acertados, porque hace una crítica siempre constructiva hacia el jugador que quizás no esté pasando un buen momento, que en definitiva es eso. No me gustaría pecar de lo que no me gustaba cuando era futbolista, que era que hablaran de forma despectiva con lo difícil que es también hacer un buen partido.
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¿Y de Ecuador, qué periodistas deportivos llegaste a admirar?
Siempre me ha gustado la forma en que comenta Diego Arcos, Andrés Guchmer (cuando estaba en los medios), Pancho Molestina, José Crespo, el abogado (Roberto) Bonafont. Son buenos referentes a nivel nacional.
El hincha es complicado: insultan a los futbolistas en la cancha, pueden ser muy duros con los periodistas deportivos. ¿Te sientes preparado para lidiar con eso?
El fútbol ha sido la mejor escuela para eso. Cuando no jugaba un buen partido en Barcelona, tenía como 70.000 personas reprobándome en el estadio, sin contar lo que se genera en las redes sociales, donde la crítica es anónima, aún más dura y sin filtros. En ese sentido estoy acostumbrado. Cada uno tiene una una opinión y muchísimas personas no estarán de acuerdo, es totalmente entendible. Las personas tienen su punto de vista, yo me voy a mantener en los míos.
Te habías perfilado para ser presidente de Barcelona. ¿Qué pasó con esa aspiración?
En su momento estuve acompañado de un grupo de personas que pensábamos lo lo mismo: buscábamos plasmar nuestras ideas para el bien del club. Hoy están los los que ganaron. Lo que nos une es la pasión por el club y les deseo el mejor de los éxitos. Faltan 3 años para una próxima elección. A corto plazo creo que puedo seguir vinculado al fútbol desde otro lugar, hoy en la radio, ¿por qué no el día de mañana en algún otro medio de comunicación?
Una vez que finalizó tu carrera en Barcelona, ¿qué te motivó a quedarte y hacer de Ecuador tu hogar?
Me gusta el país, pero más bien fue una decisión tomada en función de lo que vemos en nuestros hijos (Lucas, Tomás y Joaquín), a ellos los vemos felices, les gusta su vida en Ecuador. De hecho cuando vamos a Argentina ellos son los primeros en preguntar cuándo volvemos a nuestra casa, su casa es Guayaquil. Nosotros (con su esposa Agostina Cappellari) también estamos muy a gusto, por eso decidimos radicarnos.
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¿La situación de violencia e inseguridad en el país no los ha disuadido?
Más bien aspiro y sueño con que mejore todas las condiciones, para todos. Nunca en lo que va desde el 2009, que yo estoy aquí, viví un hecho de inseguridad. Sí he visto que a mucha gente, e inclusive amigos, han pasado por eso. Pero confío en en que los que gobiernan hoy en día puedan puedan mejorar esta situación.
Cuando recién te mudaste a Ecuador, ¿qué desafíos enfrentaste para adaptarte a la cultura local y cómo lograste superarlo?
En un primer momento fue la comida. Nosotros en Argentina estamos acostumbrados a comer asado todos los fines de semana. Después nos fuimos acostumbrado, pero eso era lo que más extrañábamos. Pero bueno, se suplen con otras situaciones, como el hecho de vivir bien, lo que genera Barcelona, lo lindo que es ir al estadio. En su momento lo viví como jugador, ahora con mis hijos.
¿Qué comida ecuatoriana es parte de tu día a día?
Los mariscos me gustan mucho, que acá se comen muchísimo, en Argentina no tanto, es más la carne. Los camarones, el langostino... No me acostumbro del todo a ciertas comidas, porque toda mi vida he comido como deportista y acá se come mucho frito.
¿Y comes mariscos con verde y maní?
El verde no es del todo mi favorito. Pero mis hijos les gustan los patacones, a nosotros un poco más el chifle. Capaz es porque en mi casa no comemos frito, sino todo al horno.
¿Cómo se adaptó tu esposa a Ecuador?
Nos casamos en Argentina. Vinimos acá solos, hoy ya somos cinco. Ella es muy futbolera también, entonces el hecho de ir al estadio, las vivencias con nuestros hijos y el lindo vínculo social con los padres de sus amigos, nos han hecho sentir en familia.
¿Cómo se conocieron?
Es de la misma ciudad que yo, Córdoba. Nos conocemos desde chicos, porque ella es hermana de uno de mis mejores amigos en Argentina. Yo tenía 18 y ella, 15. Nuestra ciudad que se llama Río Cuarto tiene 500.000 habitantes. Si bien no es chica, tampoco es grande. Nuestras familias se conocen también, tenemos amigos en común.
¿A qué se dedica ella?
Desde chica siempre le gustó los números, ella estudió administración de empresas. Actualmente me ayuda en un proyecto extracurricular para los niños.
Llegaste a esta sesión con un termo de café, en vez de un mate.
La costumbre argentina es de mucho mate. Acompaño siempre a mis amigos que toman mate, incluso a Agustina, mi esposa, que lo toma todo el día. Yo soy más del café, me encanta el café, me tomo cinco, seis cafés por día.
¿Y eres fan del rock argentino o de la cumbia argentina?
No, sabes, soy muy amplio en los gustos. Me gusta la salsa de Ecuador, me gusta la salsa en general. Me gusta Joaquín Sabina, el rock nacional, el cuarteto de Córdoba (música popular), la cumbia argentina.
¿Tienes alguna rutina personal que te haya ayudado a mantener equilibrio en tu carrera?
La rutina a lo largo de casi 20 años ha sido la misma. Levantarme temprano, entrenar, hacerlo al 100%. Es parte de la disciplina que uno va forjando desde chico. El tema de la siesta era religiosa para el futbolista. Y en las tardes pasar las tardes con familia. Siempre he sido muy casero, más ahora con mis hijos.
Hay futbolistas que son farreros. ¿Qué opinas de eso?
A todos nos gustan las farras, dependiendo de las edades. Quizás uno cuando ya es más grande, tiene familia, tiene hijos, quiera estar más en casa. Cuando somos jóvenes a todos nos gusta salir, disfrutar, de estar con amigos. Más allá de ser deportista también es bueno distraerse, pero siempre hacerlo con responsabilidad, sabiendo que representas a un equipo de fútbol 24/7, no solamente cuando entrenas o juegas. Somos seres humanos, hay que salir, hay que disfrutar, pero con equilibrio.
Segundo Castillo es noticia internacional por sus looks. ¿Qué opinión te genera?
Tuve el privilegio de ser su compañero en Barcelona, salimos campeón juntos. Más allá de los looks, que uno puede llegar a pensar que son extravagantes, vean a Segundo por dentro. Es una persona muy disciplinada y en definitiva es lo importante. Los resultados están a la vista, Barcelona está puntero en el torneo ecuatoriano. En Copa Libertadores estamos ilusionado con él de pasar a los octavos de final.
Fuera del fútbol, ¿cuáles son tus pasatiempos u otras actividades que te gusta hacer en tu tiempo libre?
Actualmente suelo ir a jugar campeonatos con amigos de fútbol, me he metido en el torneo de padres del colegio de mis hijos, todos los fines de semana. Obviamente lo que me apasiona es jugar al fútbol, así que trato de siempre jugarlo. Veo mucho fútbol en mi casa, ese se puede decir que es mi pasatiempo. Mis hijos me acompañan también.
¿Qué equipos extranjeros te gustan o estás siguiendo?
Me gusta ver el fútbol brasilero. Me encanta ver equipos en donde tengo amigos, en Brasil está Emanuel Martínez. Un amigo estaba dirigiendo el Corinthians, Emiliano Díaz, hijo de Ramón Díaz.
Me gusta el fútbol mexicano también, donde está Guillermo Almada en Pachuca, hace poco estaba de Micheli, con quien tengo una una buena relación, en Monterrey. Y a Messi lo sigo siempre en donde juega. Por él soy fan de la MLS.
Y el europeo ni hablar, la Champions me encanta. Crecí mucho con el Barcelona de la época de Messi, que para mí fue el equipo que mejor jugó en la historia. Me gustaba mucho ver el Manchester City de Guardiola. El Flamengo, el River... Me encantaba Barcelona por Messi, pero tengo un hijo que le gusta al Real Madrid y al otro Barcelona de España. Así que me toca ver los dos.
Aparte de la radio, ¿qué otros planes tienes?
Cualquier actividad donde el núcleo sea el fútbol. Yo estudié para ser técnico, me encantaría y me apasionaría poder dirigir un equipo de fútbol. En su momento tuve la oportunidad de asistir. Estuve inmerso en la elección dirigencial con Barcelona, ojalá que a futuro se me abra nuevamente esta oportunidad.
Tengo un proyecto con un amigo, Carlos Morán, que a modo de extracurriculares en la escuela de mis hijos formar en fútbol a chicos de 5 años hasta 18. Todo lo relacionado al fútbol es lo que me apasiona. (E)
