El minuto en que un cliente cruza por la puerta e ingresa a la Casa de la Guayabera (Escobedo y Clemente Ballén) se convierte en la persona más importante dentro del local, tanto como para que sus propietarios pongan en una pausa una entrevista con un medio de comunicación y la retomen solo cuando este cliente haya sido asesorado y se haya ido satisfecho con su compra.