En tiempos de inteligencia artificial emergiendo con fuerza por todas partes, en especial en campos como la literatura, el diseño o la contaduría, amenazando a profesiones y profesionales con máquinas y sistemas informáticos que podrían imitar bien sus trabajos, es imposible no preguntarse si habrá algún algoritmo capaz de desarrollar y hacerle frente al trabajo de una madre.