Un hombre en Londres se ha gastado alrededor de 400 dólares en exámenes solo para descubrir que su perro, que se movía cojeando al igual que él, no tiene nada malo. Solo imita su movimiento por empatía.

Bill es el perro protagonista de un vídeo que se ha hecho popular en Facebook en las últimas semanas. En él se puede ver a un hombre cuya pierna está enyesada, caminando por la calle ayudado con un par de muletas y acompañado por un perro al que se le nota un poco de cojera en una de sus patas delanteras.

"Invertí 300 Libras (409 dólares) en los veterinarios y en radiografías y no le pasa nada malo. Es simplemente empatía. Lo quiero", escribió Russell Jones sobre su mascota en la publicación que ha sido compartida en más de 29.000 ocasiones.

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Resulta que Bill, un Lurcher londinense, ha estado imitando la cojera de su dueño por empatía, un comportamiento que puede darse en animales como los perros.

Según la página web de César Millán, el famoso encantador de perros, hay una serie de criaturas que imitan a otras dentro de su propia especie. Las personas imitan a otras personas. Los pájaros imitan a otros pájaros. Los primates no humanos como los monos y los simios imitan a otros en su grupo.

Pero los perros no solo imitan a otros perros, también copian lo que hacemos. Lo que es aún más sorprendente es que lo hacen incluso cuando la imitación no los beneficia.

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El motivo se debe a la naturaleza de los perros como animales de manada. Como parte de un grupo, un perro quiere encajar y comportarse como lo hacen los demás a su alrededor y los perros lo consiguen observando e imitando. (I)