La mordedura de serpiente es quizá una de las causas de muerte más letales, pero a su vez una de las menos atendidas en el mundo. Por ello, desde 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) -que clasificó a la mordedura de serpiente como una enfermedad tropical desatendida-, ha instado al mundo a desarrollar terapias seguras, asequibles y accesibles para frenar las muertes y discapacidades relacionadas con las mordeduras de serpientes.