El sonido es el sabor olvidado. No solo comemos con la boca, con la nariz o con los ojos. También lo hacemos con el oído.
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El sonido es el sabor olvidado. No solo comemos con la boca, con la nariz o con los ojos. También lo hacemos con el oído.


El sonido es el sabor olvidado. No solo comemos con la boca, con la nariz o con los ojos. También lo hacemos con el oído.
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Noboa ha sido enfático en señalar que lo que busca es una “constitución sencilla”, “que no se llene de contradicciones ni de códigos que se contradigan".
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