Si uno se limpia bien los dientes, ¿puede comer de todo? Lindo sería, pero lamentablemente no es tan así. Porque por más que se limpien y cepillen bien los dientes, todo eso no sirve de nada si se comen y beben todo el tiempo las cosas equivocadas.

"Las caries tienen mucho que ver con lo que se come", dice el odontólogo alemán Stefan Zimmer. "Y se producen sobre todo porque nos alimentamos de forma poco sana, es decir, con carbohidratos de bajo peso molecular, como el azúcar", afirma Zimmer, quien es profesor de Cuidado Dental y Medicina Dental Preventiva en la Universidad de Witten/Herdecke.

Lo que forma las caries es una combinación de placa bacteriana y azúcar, ya que las bacterias que se encuentran en la placa "esperan" al azúcar. Con él producen ácidos y estos descalcifican a los dientes. Las caries son la consecuencia de estos procesos.

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Quien no tiene placa no debería temerle al azúcar. El tema es que es casi imposible quitarla de todas las esquinas, rincones y espacios interdentales.

Por eso, lo mejor es no brindarle a la placa la munición necesaria para atacar a través de la alimentación. Pero el cuidado tampoco depende solo de qué se come, sino también de cuándo y cómo. Aquí, algunos consejos:

- Hacer pausas entre las comidas: en la boca se producen procesos complejos. Allí, según lo descrito arriba, hay placas bacterianas que producen ácidos con el azúcar. Esto hace que el PH caiga bajo una marca crítica y se descalcifiquen los dientes. "Lleva alrededor de tres cuartos de hora hasta que el valor del PH vuelve a superar esa marca", explica Zimmer. "En ese tiempo el diente es atacable", afirma.

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La buena noticia es que el cuerpo lo regula por sí solo si se le da tiempo. Esto significa: entre las comidas hay que hacer varias horas de pausa y no picar nada en el medio ni tomar bebidas ácidas.

"Lleva alrededor de tres cuartos de hora hasta que el valor del PH vuelve a superar esa marca. En ese tiempo el diente es atacable".

- Elegir bien los snacks: Si se tiene hambre entre el desayuno y el almuerzo o por la tarde, lo mejor para la salud de los dientes es comer una verdura.

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"En lo posible baja en azúcar, que haya que masticar bien y firme", dice Zimmer. La verdura ideal es en su opinión un tallo de apio. Este es rico en fibras, y al masticarlo se limpian los dientes. También son snacks perfectos las zanahorias, el ají y el colinabo.

Si se prefiere comer algo dulce, lo mejor es comer una manzana. "Tiene azúcar, pero no demasiada", explica. Las frutas ácidas, como las naranjas, también sirven como snack, pero sólo si no se limpian poco después los dientes. "Eso hace que se elimine con el cepillado la estructura dental ya corroída", afirma Sommer.

Distinto es el caso de las bananas. Después de comer una fruta tan dulce, lo mejor es usar el cepillo poco después para eliminar la placa en los dientes.

Volviendo a las naranjas: ¿qué pasa con el jugo de naranja para el desayuno? Según esta lógica, no sería buena idea, dado que el ácido ataca a los dientes, y después del desayuno uno debe lavárselos. El dentista Zimmer propone una solución: beber el jugo a grandes tragos en vez de hacerlo a sorbitos. Esto hace que quede menos jugo de naranja en los dientes.

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- Mejor nada pegajoso: Lo pegajoso no es tan fácil de enjuagar y se convierte en un problema en los dientes, ya que hace que los alimentos puedan tener un efecto nocivo durante más tiempo.

Las patatas fritas son un ejemplo. "Son pegajosas y se nota cuando quedan pegadas a las superficies de masticado", dice Zimmer. Por eso, hay que tener cuidado con ellas, ya que suelen contener carbohidratos nocivos para los dientes.

- Las vitaminas ayudan: las frutas, las verduras de hoja verde y las verduras amarillas contienen mucha vitamina A, lo cual es bueno para la mucosa bucal. La vitamina C ayuda a mantener firmes los dientes, mientras que la D es buena para su crecimiento y su endurecimiento.