La ciudad de Guayaquil siempre ha mantenido una estrecha relación con el agua. Tal vínculo no siempre ha sido positivo, ya que en tiempos de la Colonia era común que en los meses de invierno se inundara la zona agreste asentada al sur del Cerrito Verde (hoy cerro Santa Ana), en cuyas faldas se había desarrollado la ciudad de manera estricta desde su asentamiento definitivo en 1547.

Sin embargo, el crecimiento urbanístico fue alterado diametralmente cuando a fines del siglo XVII las autoridades decidieran su traslado a la amplia planicie conocida como Sabaneta o Puerto de Casones, ubicada más al sur, cruzando aquella zona inundable que adicionalmente estaba atravesada por cinco esteros que desembocaban en el río.

La nueva iglesia matriz (hoy en la Catedral) y el trazado de 25 manzanas ya estaban listos en 1692, lo cual cimentó el futuro de Guayaquil en el área que hoy conocemos como su centro urbano. Esta zona llegó a llamarse Ciudad Nueva.

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Los registros de la Municipalidad de Guayaquil indican que las nuevas construcciones se ubicaron de este a oeste entre las actuales calles Pichincha y Boyacá, y de norte a sur desde la actual calle Vélez hasta la calle Sucre, zona que se conectaba a la Ciudad Vieja a través de un puente de madera de guasango de unas 800 varas de longitud (como 648 metros) levantado sobre la zona inundable y los cinco esteros, el cual se convirtió en la vía principal entre ambos sectores, según explica el historiador Julio Estrada Ycaza en el tomo tres de su Guía Histórica de Guayaquil.

Trazado histórico

Ese puente es el ancestro directo de la calle Panamá, arteria vital conectada al pasado de esta ciudad no solo en la época colonial, sino también en la época republicana debido a que la pepa del cacao que llegaba a través del río se dejaba secar sobre sus veredas. El olor característico de ese fruto solía levantarse desde esos improvisados tendales que marcaron el espíritu de esta vía que ahora apunta a un ambicioso proyecto de regeneración urbana impulsado por el Municipio.

Por ello resulta justo conocer el desarrollo de ese antiguo conector entre Ciudad Nueva y Ciudad Vieja para así proyectarnos a su futuro con mayor justicia. La Guía Histórica de Julio Estrada recoge los siguientes datos.

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1774 Hasta este año todas las informaciones se referían al puente de la Ciudad Vieja. Pero el 2 de septiembre el cabildo menciona por primera vez la calle, al indicar “que la Calle Real del Puente sea emparejada toda ella, en la pertenencia de los vecinos y dueños de cada casa, de cascajo y piedra”. La obra debía ser ejecutada por los propios vecinos. Así nace la calle Real y, dos años después, solo quedaban los cinco puentes sobre igual número de esteros.

1779 En el plano de Ramón García de León y Pizarro, la calle se extiende paralela a la orilla del río, entre la actual calle Víctor Manuel Rendón y Ciudad Vieja con aquellos cinco puentes.

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1787 Calle Real era el nombre hasta la calle del Tigre (Víctor Manuel Rendón); hacia el norte se la denominaba calle de los Puentes, “que se invade” (inunda), según se advertía.

1820 En el cabildo del 22 de febrero se conoció que el primer puente de Ciudad Vieja estaba peligrando por una cuerda suelta; se libraron 3.000 maravedíes (antigua moneda española) para el arreglo que llegó a totalizar 45 pesos 2 reales. La Ciudad tenía, según Baleato, “cuatro puentes consecutivos sobre otros tantos esteros”.

1852 Varias manzanas con frente a esta calle se quemaron este año.

1858 La calle Real o de Ciudad Vieja, como la registra Villavicencio, se extendía desde la calle de la Merced (V. M. Rendón) hasta la Plaza de la Parroquia en Ciudad Vieja (Plaza Colón). Tenía sendos puentes sobre los tres esteros que la cruzaban.

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1869 Un total de 92 casas, que eran casi todas las existentes entre el segundo y tercer estero, desaparecieron en el incendio del 26 de diciembre dejando en la miseria a 2.000 personas.

1887 Ahora es la calle Libertad, con 12 cuadras. La interrumpe la Aduana, a la altura del callejón Tungurahua. Nace en la calle Bolívar (V. M. Rendón). Tiene tres puentes sobre tres esteros.

1896 Todas las manzanas a lo largo de la calle Libertad desaparecieron en el Incendio Grande del 5 y 6 de octubre.

1900 La calle Libertad fue rectificada. Según Carbo tenía 10 cuadras de largo entre Bolívar (V. M. Rendón) y la actual Plaza Colón. Solo la cruzaba el estero en la calle Zamborondón (sic) (Loja).

1903 Otto von Buchwald ratifica la extensión, acepta que se ha rellenado el primer estero, en la calle Roca, pero aún registra el segundo estero, con su puente, al norte de la calle Orellana. Desaparece el puente sobre el tercer estero (hoy calle Loja).

1909 Se decide cambiar los nombres de las calles con números y la calle Panamá pasó a ser parte de la Gran Avenida Segunda, que incluía las calles Libertad, Pichincha, Villamil, Antonio Ante y Cinco de Junio; tenía un total de 119 casas. Luego se volvió al sistema de nombres.

1920 Para el centenario de la independencia tenía ocho cuadras edificadas.

1924 Ya es una calle sin puentes, ni esteros.

1926 Por ordenanza municipal del 23 de junio se la designó oficialmente Panamá.