Se trata de una adaptación de la obra maestra de Héctor Abad Faciolince, uno de los libros de lectura obligada de la literatura española contemporánea y la verdadera historia de su padre, Héctor Abad Gómez, a través del relato de su único hijo varón que escarba el recuerdo de un hombre dividido entre el amor de su familia y su lucha política.

Héctor Abad fue un padre de familia preocupado no solo por sus propios hijos sino también por los de las clases desfavorecidas, su hogar estaba impregnado de vitalidad y creatividad, fruto de una educación basada en la tolerancia y el amor. Nada podía predecir que un cáncer terrible acabaría con la vida de una de sus queridas hijas. Impulsado por la tristeza y la rabia, Héctor se dedicó a las causas sociales y políticas de la época. Pero la sociedad intolerante del Medellín de entonces lo acosaría hasta silenciarlo.

Producida por Dago García Producciones para Caracol TV, El olvido que seremos, uno de los títulos de la Sección Oficial de Cannes 2020, marca el último largometraje ambicioso de Caracol Televisión, el grupo de radiodifusión colombiano detrás de grandes títulos de autores internacionales.

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Fernando Trueba y Héctor Abad Faciolince. / Foto: El País.

Asimismo, El olvido que seremos está escrita por el hermano menor de Fernando, David Trueba, un destacado novelista y escritor-director cuya Vivir es fácil con los ojos cerrados, también protagonizada por Javier Cámara, ganó el Premio de la Academia Española en 2014 por mejor imagen.

Los Abad; padre e hijo.

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El libro es un acto de amor filial confeso escrito con ganas de buen humor. Al principio, Abad escribe: “Yo, el hijo, amaba al hombre, a su padre, más que a cualquier otra cosa. Lo amaba más que a Dios. Un día tuve que elegir entre Dios y mi papá, y elegí a mi papá”. Abad elogia al padre, como activista y cabeza de familia, registra el impacto de la pérdida e insta a Colombia a no olvidar a sus muertos.

Víctor Cámara y Fernando Trueba en el rodaje de 'El olvido que seremos'.

Publicado en 2006, el libro consolidó a su autor como uno de los escritores más destacados del posboom e inspiró un gran entusiasmo en quienes lo leyeron: Mario Vargas Llosa calificó el libro como la “experiencia de lectura más apasionante de mis últimos años”.

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Vale destacar que el único extranjero que forma parte del elenco es Cámara, de allí que Gonzalo Córdoba, presidente de Caracol Televisión, se refiera al resto como “un impecable talento técnico y actoral colombiano”.

Gran parte de la película ofrece un conjunto de entrañables reminiscencias de la niñez en un hogar de clase media en Medellín, con Quinín como único niño junto a cuatro hermanas, una de ellas más joven. Hay un fuerte sabor católico en su educación, e incluso una monja residente que vive con la familia, pero Héctor padre imparte un color humanista y ateo claramente escéptico a la educación de sus hijos. Héctor padre, un humanitario comprometido, es visto por primera vez discutiendo la mejora de la calidad del agua en la región, junto con un visitante estadounidense (interpretado, en un cameo igualmente seco, por el director estadounidense Whit Stillman). Más tarde, Héctor prueba una innovadora vacuna contra la poliomielitis en su propio hijo, aunque la película apenas capta la sensación de que esto es problemático, ya sea desde el punto de vista médico o parental.

En el mejor momento
La cinta no podría llegar en el momento más adecuado. Los colombianos se encuentran en un momento histórico porque anhelan olvidar los oscuros recuerdos de las guerrillas con más de medio siglo de violencia. Es así que celebraron el primer acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC firmado el 26 de septiembre de 2016 (con un acuerdo final el 24 de noviembre de ese año), pero la ciudadanía aún reclama que no se siga asesinando a sus líderes sociales. El olvido que seremos provocó en su momento una catarsis colectiva. Es una narración que resuena hoy con fuerza en un país que reivindica el papel de los defensores de derechos humanos.
“Tenemos que redefinir lo que es un héroe. Tenía mucho temor de que en el paso de la literatura al cine, la historia perdiera”, afirmó Trueba a diario El País. Se refiere a Héctor Abad Gómez, el médico y profesor asesinado por sicarios en 1987 durante la convulsa Medellín, que sufría el asedio de paramilitares y carteles narcotraficantes.

El olvido que seremos ha sido elegida por la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas para participar por Colombia en la categoría mejor película iberoamericana en los Premios Goya que se realizarán el 27 de febrero de 2021. (A. C. J.)

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