Ecuavisa en la boca de todos, sin embargo en un quiebre con su larga tradición de éxitos, esta vez ha sido por meterse tremendo autogol teniendo toda la cancha libre.

La telenovela Sí se puede sufre de romances sin química y situaciones vacías desde el libreto y los diálogos. Ejemplo de esto está la atracción prohibida entre Kaviedes (interpretado por un excelente Eduardo Maruri Jr.) y Camila Dos Santos (Alejandra Jaramillo, mejor conocida como presentadora).

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Si no tenían suficientes anécdotas reales para hacerlo interesante, para eso es ficción y podían inventarse, igual nadie está alabando a la serie por su realismo y dejan claro al comienzo de cada episodio que este no es el objetivo".

El personaje de Camila es aburrido con “A” mayúscula en pleno apogeo de ser la primera letra del abecedario, y la historia que utilizan con Kaviedes no tiene nada de original como para el tiempo que se le dedica. Camila no tiene la experiencia en actuación que tiene Eduardo y se nota. Sin embargo, los problemas están de dirección: Henry Colmenares, Peky Andino, Nadine Muñoz, Darío Fernández, y de guion: Andrés Massuh, Bertha Tejada y Gabriela Cañar. ¿Qué les pasó?

Si no tenían suficientes anécdotas reales para hacerlo interesante, para eso es ficción y podían inventarse, igual nadie está alabando a la serie por su realismo y dejan claro al comienzo de cada episodio que este no es el objetivo. No puede ser que se desperdicien tremendos talentos actorales pasando el tiempo con dilemas que van lentamente hacia los mismos clichés.

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Joselyn Gallardo algo logra rescatar con su desempeño de Marilyn, en especial en conjunto con Fabo Doja que interpreta a Beto, mientras Santiago Carpio se mantuvo consistente en su interpretación del Señor Román. Mientras tanto, Emilia Cevallos y Diego Chiang no tuvieron la misma suerte y a pesar de sus capacidades, su romance queda aguado.

Desafortunadamente, la telenovela está comprometida a intercalar lo frío y lo caliente como jugando a su propia Némesis y dejándolo a uno con una sensación de tibio".

Otro problema con la historia es que no se desarrolla para nada a los otros jugadores. Al King Delgado (Eduardo Rodríguez) lo tienen aparte como castigado y cada quien interactúa con sus familiares por su lado. Si no aprovechan los personajes que es más fácil enredar entre ellos, peor cuando se mueven a historias aparte como la de María Beatriz Vergara interpretando a la abuela de Carlos con su adicción a las apuestas que cada vez traiciona más a su nieto. Eso es fresco y original, pero parece otra serie que meramente está ambientada en el mismo momento. El amor al fútbol no es un buen centro para tantas historias que de otra manera no tienen relación las unas con la otras.

Desafortunadamente, la telenovela está comprometida a intercalar lo frío y lo caliente como jugando a su propia Némesis y dejándolo a uno con una sensación de tibio. Si esto fuera partido de fútbol, sería como meterse autogol por cada dos goles al oponente, con la diferencia de que los autogoles al menos son emocionantes.

Con el cambio de horario que tuvieron que realizar a este drama que tenía tanta promesa, este es un momento bajo que no deben permitir los venza o que no aprendan de los errores".

Es como si Ecuavisa estuviese buscando desde Sharon que los actores y las caricias con hechos de la vida real los van a mantener como los líderes en dramatizados que siempre han sido. Con el cambio de horario que tuvieron que realizar a este drama que tenía tanta promesa, este es un momento bajo que no deben permitir los venza o que no aprendan de los errores. De que se puede, se puede, porque ya lo han demostrado antes, pero hay que traer de vuelta la creatividad. (O)