Luis Verdesoto, líder de expedición guayaquileño de los barcos de la compañía estadounidense Linbland Expeditions que realiza viajes a nivel mundial, señala que el asunto del turismo en los cruceros dependerá de la vacuna contra el COVID-19. “Lamentablemente, los cruceros en cualquier parte del mundo reasumirán su parcial normalidad cuando la vacuna esté disponible y distribuida en forma generalizada en la población. Ciertas compañías como la nuestra mantienen activos sus cruceros y pasajeros en modalidad standby y en alerta para su reapertura inmediata en el caso de que se encuentre dicha vacuna. Otras compañías han cancelado todos sus cruceros en este año y unas cuantas han reasumido muy tempranamente cruceros en lugares específicos, aunque con resultados poco favorables, aun habiendo incrementado sus niveles de bioseguridad y protocolos a bordo. Es el caso de dos cruceros en Alaska, los cuales cancelaron sus viajes después de haber salido del puerto de Juneau con pasajeros que resultaron positivos luego de haber zarpado (www.alaskapublic.org/2020/08/04/first-cruise-ship-to-leave-sail-in-south...)”.

Siendo optimista, los cruceros se reabrirán en el primer trimestre del 2021 y los protocolos que se tendrán abordo serán muy estrictos. Esto será la única forma de salvar la industria de los cruceros, ya que la operación en sí de un barco es bastante cara y es insostenible limitar el número de pasajeros a bordo de una embarcación destinada a dar rentabilidad solo cuando se lo mantiene cerca de su total capacidad".

Verdesoto cita otro ejemplo. El archipiélago Svalbard, en Noruega, es otro caso. La compañía noruega Hurtigruten y su barco Roald Amundsen retornó a puerto luego de que cuatro de la tripulación y varios pasajeros resultaron positivos durante los primeros dos viajes programados alrededor de las islas destinadas a observar osos polares y otro tipo de fauna. “El CEO de esa compañía admite el fracaso inicial al tratar de reasumir cruceros demasiado pronto, aun habiendo incrementado sus protocolos de seguridad y observando distanciamiento social. Siendo optimista, los cruceros se reabrirán en el primer trimestre del 2021 y los protocolos que se tendrán a bordo serán muy estrictos. Esto será la única forma de salvar la industria de los cruceros, ya que la operación en sí de un barco es bastante cara y es insostenible limitar el número de pasajeros en una embarcación destinada a dar rentabilidad solo cuando se lo mantiene cerca de su total capacidad”.

Serán necesarios, afirma Verdesoto, instrumentos tecnológicos y de bioseguridad que midan y analicen cambios de temperatura de los pasajeros y de la tripulación. “Aunque muchos hablan de los protocolos de seguridad a bordo, la sola idea de ir a un crucero es para relajarse y disfrutar algo diferente de lo que se tiene en casa. Ciertamente las compañías de cruceros que sobrevivan la catástrofe financiera que esta pandemia ha traído tendrán que idear la forma de recibir pasajeros en un ambiente pre-COVID, que es lo que hará surgir el deseo de alejarse de esta dura realidad que estamos viviendo y que todos queremos dejar atrás lo más pronto posible”.