El ajo se ha utilizado desde la antigüedad tanto por sus aplicaciones culinarias como por sus múltiples propiedades terapéuticas. Según la Fundación Española del Corazón (FEC) tomar un diente de ajo en ayunas reduce el colesterol malo, protege el corazón y potencia las funciones del hígado y el páncreas. Sin embargo, sus beneficios no terminan allí.