Tu amor nunca debe ser ofrecido
El amor a veces quiere hacernos un gran favor: abrazarnos y sacudir todas las tonterías.
Desde que la felicidad escuchó tu nombre, ha estado corriendo por las calles tratando de encontrarte.
Desearía poder mostrarte cuando estás solo o en la oscuridad la asombrosa luz de tu propio ser.
Hay diferentes pozos dentro de tu corazón.
Algunos se llenan con cada buena lluvia, otros son demasiado profundos para eso.
El miedo es la habitación más barata de la casa. Me gustaría verte viviendo en mejores condiciones.
Textos escrito por Hafez (1315-1390), poeta persa que elogió las alegrías del amor y el vino, pero también apuntó a la hipocresía religiosa.

El guerrero de la luz y la fe
El guerrero de la luz, una vez que ha aprendido a usar una espada, descubre que su equipo aún está incompleto: necesita armadura.
Se pone en marcha en busca de esta armadura y escucha los consejos de varios vendedores.
“Usa el peto de la soledad”, dice uno.
“Usa el escudo del cinismo”, dice otro.
“La mejor armadura es no involucrarse en nada”, dice un tercero.
El guerrero, sin embargo, los ignora. Con calma va a su lugar sagrado y se pone la capa indestructible de la fe.
La fe detiene todos los golpes. La fe transforma el veneno en agua cristalina.

Consulta
Un lector pregunta: ¿Puede contarnos más sobre esta cita del día: “Cualquiera que brinde ayuda también recibe ayuda y necesita enseñar lo que ha aprendido?”. ¿Cómo podemos compartir la luz que hemos encontrado con personas en nuestras vidas que quizás aún no hayan encontrado su propio camino?
En primer lugar, tratando de entender por qué están actuando como son. Antes de juzgar si una persona está o no en su camino, primero debemos entender por qué enhebran en el camino actual que están enhebrando.
Por supuesto, si una persona no está contenta y le informan sobre esto, entonces puede decir lo que piensa. Pero recuerde, al dar su opinión, debe dejar muy en claro que lo está haciendo por amor y nada más.
La mejor manera de comunicarse con alguien es haciéndole saber que primero han llegado a su corazón. (O)