Aunque los nutricionistas recomiendan la cena como uno de los alimentos necesarios para asegurar el bienestar de la persona, comer a altas horas de la noche implicaría un riesgo en la salud, por ello lo mejor es mantener horarios regulares para las comidas.
Florencia Villafañe, especialista en nutrición y consejería en hábitos alimentarios, explica que existen dos razones por las que cenar tarde engorda: el reloj biológico y hábitos de alimentación.
Reloj biológico
El aumento de peso se debe al horario biológico que tiene nuestro cuerpo. Este reloj regula ciclos de sueño, controla la respuesta de nuestro cuerpo cuando nos exponemos al sol y cuándo comer.
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El organismo funciona de manera óptima cuando alineamos nuestros patrones de alimentación con los ritmos circadianos, es decir, cuando correspondemos a los ciclos naturales de 24 horas que indican al cuerpo cuándo realizar las actividades diarias.
Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, realizado en Roma, analizó con más de 700 adultos el vínculo entre la hora en que se consumen los alimentos y el efecto en el organismo. La investigación concluyó que consumir alimentos tarde en la noche tiene un impacto significativo en la presión arterial del individuo.
Lo recomendable es cenar dentro de las dos horas antes de acostarse, así aseguró el estudio, ya que el 24,2% de los participantes que habían comido dentro de las dos horas antes de acostarse no habían mostrado un descenso adecuado de la presión sanguínea.
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Hábitos de alimentación
Las primeras horas del día son clave en nuestra alimentación, cuando obviamos el desayuno se corre más riesgos de comer en la noche. Algunos nutricionistas sugieren que el desayuno es determinante para no engordar.
Se debe definir la frecuencia ideal y la hora de los alimentos