En la actualidad, cuando 200 países luchan contra el COVID-19, muchos han vuelto a retomar la tarea de preocuparse por su sistema inmunológico, la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus.

Pero, ¿en qué consiste el sistema inmunitario? Se trata de un conjunto de complejo de células, tejidos, órganos y moléculas que se encargan de desarrollar funciones específicas en una respuesta coordinada para hacerle frente a los virus, bacterias y parásitos antes de que estos afecten gravemente nuestro organismo, señala Infobae en su web.

Antes cada nueva amenaza, nuestro sistema inmunológico empieza desde cero a levantar las defensas necesarias para neutralizar al enemigo, por así decirlo. Pero en el caso de un virus, este se multiplica e infecta las células del cuerpo a mayor velocidad que lo que el sistema inmunitario puede reaccionar.

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Por lo que reforzar nuestras defensas es fundamental actualmente, cuando no existe una vacuna o un tratamiento contra el coronavirus y estamos vulnerables.

Cuatro elementos claves

Hay cuatro pilares fundamentales que debemos cuidar si queremos mantener altas nuestras defensas: hacer ejercicio con regularidad, reducir el estrés, dormir bien y tener una dieta equilibrada.

La actividad física es una de las principales cosas que debemos hacer si queremos reforzarlo. Al ejercitarnos liberamos hormonas que nos ayudan a regular nuestro sistema inmunitario, además, reduce nuestros niveles de estrés, evitando que el organismo genere sustancias que lo perjudican.

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Alimentarnos adecuadamente nos proporciona la energía necesaria para el correcto funcionamiento de las células de la defensa.

Una dieta equilibrada incluye hidratación, al menos dos litros diarios. Infobae recomienda en su publicación "comer diez porciones de 80 gramos por día, siete de ellas con abundantes vegetales y tres con frutas, de diferentes colores. Incorporar zinc y selenio".

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El zinc podemos encontrarlo en las carnes rojas, el hígado de pollo y en las ostras, que poseen en gran cantidad este compuesto. De las nueces, otros frutos secos y en la harina de trigo podemos obtener selenio.

Aunque muchos los evitan, el consumir carbohidratos complejos puede ayudar al sistema de defensa del organismo, entre estos, pastas, arroz blanco, panes y pasteles, recodando siempre que el consumo en exceso también trae consecuencia negativas. No hay que dejar de lado las vitaminas antioxidantes e ingerir vitaminas A, C, D y E.

La salud de nuestro intestino también es importante y para cuidarlo podemos recurrir a la fibra, consumiendo semillas de lino, chia, salvado de avena, verduras tales como el repollo.

Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts destaca que el consumo excesivo de alcohol afecta la capacidad del organismos para responder ante las infecciones virales, especialmente las del sistema respiratorio, debido a que no permite el funcionamiento adecuado de las proteínas responsables de la regulación del sistema inmunológico.

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Para mantener altas las defensas es fundamental alejarnos de hábitos nocivos como el alcohol y el cigarrillo, así, si nos contagiamos de COVID-19, lograremos enfrentar la enfermedad con su sistema inmunológico fortalecido. (I)