Las medidas de cuarentena y aislamiento social, recomendadas por los organismos internacionales y las autoridades locales para prevenir la expansión del COVID-19, han significado sin lugar a dudas importantes retos y cambios para la ciudadanía. El encierro y la incertidumbre de no saber qué va a pasar más adelante, pueden generar estrés y ansiedad, y esto repercute de manera especial en la vida de las personas con problemas cardiacos.