La pandemia del coronavirus, que ha obligado a la población a recluirse, ha privado de uno de los ritos de nuestra cultura: el velatorio de los difuntos, las despedidas de cuerpo presente, la reunión de amigos y familiares de los fallecidos. Murió hace poco el poeta, ensayista y catedrático Rodrigo Pesántez Rodas y este breve texto es una despedida para el intelectual ecuatoriano, nacido en 1937 en Azogues, quien hizo de Guayaquil su lugar de residencia.