Las frutas y las verduras son necesarias en la dieta alimentaria diaria. Antes de que lleguen a nuestras manos, ya han cumplido otros procesos para su distribución por lo que es necesario que cuando las adquiramos lavarlas y desinfectarlas correctamente para evitar enfermedades e infecciones.

La nutricionista Stefany Cruz señala que lo primerísimo que se debe hacer para limpiar los productos alimenticios es el lavado de manos ya que podrían tener microorganismos que se adhieran a las frutas y las verduras. Luego estas hay que sumergirlas en agua potable o filtrada, porque si ella contiene microorganismos también va a afectar a los alimentos, y por último, se debe usar algún desinfectante para terminar el proceso.

La limpieza debe durar al menos 20 segundos en agua corriendo, es decir, sin usar bandejas o lavacaras donde se estanque el agua. Así lo asegura Juan Manuel Cevallos, quien tiene un doctorado en microbiología de alimentos con énfasis en inocuidad alimentaria y también es docente de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

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En tanto, Diana Carvajal, quien realizó un doctorado en nutrición humana con énfasis en nutrición humana molecular, y Valeria Guzmán, con un masterado en desarrollo e innovación de alimentos con énfasis en legislación y seguridad alimentaria, coinciden en que "los alimentos no deben ser lavados con cloro, detergentes de platos o jabón de manos ni ser restregados con superficies abrasivas". Ellas además son profesoras de la Espol.

Comentan que estas sustancias químicas pueden ser absorbidas debido a la superficie porosa de los alimentos y, añaden, está comprobado que causa problemas como diarrea, dolor abdominal, mareo y vómito, y asimismo la posibilidad de generar otras complicaciones a largo plazo como cáncer.

La nutricionista dice que si hay presencia de tierra en los alimentos se puede utilizar un cepillo para una mejor higiene y "siempre desinfectar con alguna sustancia como limón, vinagre o desinfectante específico".

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Agrega que hay sustancias que se tienen en casa y pueden servir para desinfectar las frutas y las verduras. "Estas pueden ser vinagre, limón, bicarbonato de sodio, cloro, también existen desinfectantes específicos para frutas y verduras que se pueden conseguir en los supermercados; en el caso de utilizarlos, seguir las instrucciones expresadas en el producto".

Cómo usarlos

  • Vinagre: diluir 1 vaso de vinagre en 1 litro de agua y sumergir los alimentos de 5 a 10 minutos.
  • Limón: 1 vaso de jugo de limón en ½ litro de agua también se puede adicionar ½ vaso de vinagre o sal, se sumergen las frutas y las verduras de 5 a 10 minutos.
  • Bicarbonato de sodio: diluir 1 cucharada de bicarbonato en 1 litro de agua y dejar en remojo los alimentos de 5 a 10 minutos.
  • Cloro: con este hay que ser muy cuidadoso, se diluye 1 cucharadita de cloro en 1 litro de agua y con una esponja se limpian los alimentos.

Cevallos enfatiza que ante la pandemia que atraviesa el planeta es necesario tomar algunas precauciones al volver a casa del supermercado.

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Higiene al regresar del supermercado

Se debe lavar las manos y otras zonas expuestas, como brazos y cara, con agua y jabón. Por una mayor precaución se pueden desinfectar los empaques (latas, fundas, cartones) que vienen del exterior, sin que el desinfectante entre en contacto con los alimentos. Para la eliminación del virus SARS-CoV-2 se conoce que el alcohol al 70 % o el cloro al 0,1 % son efectivos, pero un mal uso de estos desinfectantes puede ser altamente tóxico para los seres humanos.

En el supermercado

Ya que ir al supermercado representa una actividad que requiere manipular superficies hay que mantener una higiene adecuada de manos antes, durante y después de hacer las compras y manipular los alimentos, por lo que Carvajal resalta que debe:

  • Limpiarse y desinfectarse el carro de compras con alcohol gel al 70 %.
  • Mantener al menos 1.8 m de distancia con las personas alrededor.
  • Evitar tocar superficies con las manos y luego tocar los ojos, la boca o la nariz.
  • Cubrir las manos con una funda al tomar las frutas y las verduras.
  • Evitar manipular los alimentos que no se comprarán.
  • Llevar las fundas propias de ser posible.
  • Al salir del supermercado lavarse las manos minuciosamente con agua y jabón por al menos 20 segundos o, en su defecto, emplear alcohol (líquido o gel) al 70 %.

Al preparar los alimentos se deben seguir cuatro pasos básicos refiere Carvajal. Estos son:

  • 1. Limpiar con frecuencia. Lavarse las manos minuciosamente con agua y jabón al menos por 20 segundos antes, durante y después de la manipulación de alimentos. Además, asear las superficies que estarán en contacto con los alimentos, de preferencia con toallas de papel y evita el uso de trapos de tela. Si se los emplea entonces hay que lavarlos frecuentemente con agua caliente.
  • 2. Separar los alimentos crudos de los cocidos.
  • 3. Cocina cada alimento según la temperatura adecuada y evita comerlo crudo, como huevo o carne.
  • 4. Refrigera los alimentos que no vayas a consumir de forma inmediata.

Guzmán y Carvajal recomiendan adquirir los alimentos en lugares que mantengan las normas de limpieza e higiene requeridas. Además, que respeten la cadena de frío de los alimentos que lo necesiten. Siempre hay que comprar alimentos que tengan registro sanitario. Los utensilios de cocina (cuchillos, tablas de picar) deben ser lavados al cambiar su uso entre productos crudos y cocidos, así como, entre vegetales-frutas y carnes.

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Alimentos proteicos

Cevallos aclara que los alimentos proteicos crudos como carnes, pollos, mariscos, etc, no se lavan. "Al estar crudos pueden contener alta cantidad de microorganismos como la salmonella que se pueden esparcir a otros alimentos o superficies si no se tienen los cuidados respectivos. La cocción elimina fácilmente el virus SARS-CoV-2 en este tipo de alimentos".

Mientras, Cruz acota que los mariscos, especialmente los moluscos, sí hay que lavarlos bien para retirar la tierra y otras impurezas, dejándolos a remojo durante unas horas en agua. Los huevos nunca se deben lavar bajo el grifo salvo justo en el momento en el que se los vaya a utilizar, por si la cáscara contiene restos de tierra o alguna pluma. "Es preferible romperlos en recipientes separados y no usar las propias cáscaras para dividir yemas y claras". (I)