Diecisiete historias integran el libro Bajo las sombras del misterio, de la autoría del periodista ecuatoriano Julio Calero Garcés, que acaba de publicarse como parte del programa editorial de la Municipalidad de Guayaquil. Es una obra de 258 páginas, que recoge relatos cuyo común denominador es el misterio. Transcurren en Guayaquil y en otros escenarios del Ecuador o el exterior.

Calero, periodista que ha trabajado por años en diversos medios de comunicación del país, como los diarios EL UNIVERSO, El Telégrafo y Meridiano, siempre sintió vocación por la literatura, pero el día a día periodístico hizo que fuera postergando esta afición y que archivara sus relatos. La cotidianidad apremiante se impuso. “No pensé en retomar lo que había escrito años atrás, ni en volver a escribir nuevos materiales, pero los designios de Dios son inescrutables”, escribe Calero en la introducción del libro, que fue presentado el mes pasado en Guayaquil. Cuenta que mientras recibía tratamiento de radioterapia en Solca, en 2016, nació en su mente la idea de revisar esos viejos materiales. Sintió motivación para reunirlos y, además, para escribir nuevas historias. Así lo hizo y el resultado es este volumen.

Son relatos bien escritos, con una excelente redacción. Una redacción en la que al autor se le nota su oficio periodístico. Tal vez ese mismo oficio juega a veces en contra, pues la narrativa se vuelve, a ratos, muy explicativa. Tiene la virtud, en cambio, de ser entretenida y dinámica. Y bien hilvanada. Bajo las sombras del misterio es un libro fresco, en el que el misterio, el suspenso y las voces de la tradición oral hacen un buen conjunto. Entre los relatos están, por ejemplo, El beso macabro, sobre un joven que se enamora perdidamente de una muchacha muerta; El albergue de niños, que es la narración de un antiguo lugar donde la gente parece escuchar llantos de menores que sufrieron abusos; o El entierro, sobre el origen de la fortuna de un anciano campesino, que al borde de la muerte le cuenta a su familia un secreto celosamente guardado. Y muchos más.

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Son relatos bien escritos, con una excelente redacción. Una redacción en la que al autor se le nota su oficio periodístico. Tal vez ese mismo oficio juega a veces en contra, pues la narrativa se vuelve, a ratos, muy explicativa. Tiene la virtud, en cambio, de ser entretenida y dinámica. Y bien hilvanada".

Calero anuncia una segunda parte de esta obra. “Empezaré a elaborar una segunda entrega sobre esta misma temática, a la vez que prepararé otros materiales archivados referentes a otros temas”, anota con entusiasmo en la introducción de Bajo las sombras del misterio. Que así sea. Que siga su trabajo literario. Que vengan más historias. Y por lo pronto, leamos el libro publicado.

Cuando me aprestaba a escribir esta nota, leo en este mismo Diario que el narrador y periodista está a la espera, desde hace más de un año, de una prótesis del IESS para la pierna que le fue amputada por el avance de la diabetes. Ojalá que pronto la reciba. La necesita de manera urgente. Luchador incansable, Julio Calero espera. Y sigue escribiendo con ahínco. La palabra, el lenguaje, la imaginación, lo acompañan siempre, al igual que su familia, conformada por su esposa y sus dos hijos, quienes colaboraron en la elaboración del libro. (O)