El acné es una afección cutánea que se padece principalmente durante la adolescencia, aunque puede aparecer también la adultez. Cuando esta enfermedad se presenta de forma leve puede tratarse con remedios caseros o cambiando la alimentación.

Sin embargo, hay ocasiones en las que el acné se vuelve realmente un problema que afecta no solo la piel, sino también la autoestima y confianza de quien lo padece, ya que otorga un aspecto desagradable a la piel.

Cuando se trata de una afección netamente dermatológica, el acné se produce por la acumulación de células muertas, sebo y vello en un poro. Esto se conjuga causando hinchazón, proliferación de bacterias y la aparición de espinillas. No solo se presentan en el rostro, sino también en el cuello, espalda, hombros y pecho.

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Entre los factores que inciden en la aparición del acné están el estrés, los cambios hormonales, una alimentación alta en grasas o la ingesta de ciertos medicamentos. Aunque el aparece más en mujeres, cuando la afección se da en un hombre por lo general es mucho más severa.

¿Cómo puede ayudarte el té verde?

Se conoce que el té posee una larga lista de propiedades beneficiosas para el organismo. En el caso del acné, también brinda ventajas que puede mejorar el aspecto de la piel.

Este poderoso antioxidante ayuda a disminuir el sebo en la piel y, por ende, a combatir el acné. También modera los niveles de azúcar e insulina en la sangre. Beber una taza de té al día puede ser suficiente para tener resultados.

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Además puede aplicarse directamente sobre la piel para eliminar impurezas, desinflamar o prevenir la aparición de manchas.

Recetas caseras con té verde

Las propiedades del té verde sumadas a los nutrientes de otros productos pueden contribuir  a mejorar la textura de la piel y a prevenir el envejecimiento. La sábila y la miel son dos elementos naturales ideales para cuidar la piel.

  • Té verde y miel: Se combina media cucharada de cada producto hasta formar una pasta, luego se coloca por 15 o 20 minutos sobre el rostro. Retirar la mezcla con agua fría y repetir 2 veces a la semana.
  • Té verde y sábila: Para esta receta son necesarias dos bolsitas de té verde, una cucharada de sábila y una taza de agua. Con las bolsitas de té se prepara una infusión y se deja enfriar. Luego se mezcla con los otros productos y se lo coloca en un atomizador. Se rocía sobre el rostro después de cada baño. (I)