Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama,  fecha en la que millones de mujeres le recuerdan a la sociedad su compromiso de luchar en contra de esta enfermedad que anualmente afecta cada vez más y aumenta en número de enfermos. 

Solo en Guayaquil, el Instituto Oncológico de Solca registró en el 2018, 679 nuevos casos de cáncer de mama y hasta el 31 de mayo del 2019 otros 416. 

Una cifra alarmante, según afirma el Dr. Carlos Maracay González, cirujano oncólogo del servicio de mastología de Solca, a quien no solo le preocupa que existan más casos, sino que el rango etáreo en el que se desarrolla, también ha variado. 

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Maracay dice que hace algunos años no era muy común observar casos de cáncer de mama en mujeres,  antes de los 40 años, sin embargo, las estadísticas actuales revelan que existen casos que van desde los 30 hasta los 65 años. 

Así mismo se evidenció que la mayor causa de mortalidad hospitalaria en Solca fue, en el caso de las mujeres, por cáncer de mama y en el caso de los hombres por leucemia linfoide. 

 

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Para prevenir esta enfermedad, el especialista recomienda que la mujer aprenda a conocer su cuerpo desde muy joven, pues afirma que el cáncer de mama es hormonodependiente y por ello dependerá de cómo se desarrolle el proceso hormonal en la mujer, el cual comienza a variar desde que tiene su primera menstruación. 

También indica que el uso de anticonceptivos a temprana edad, sin supervisión de un especialista, podría desarrollar un cáncer a futuro. Él explica que la mujer debe recibir una educación sexual adecuada y que de necesitar terapia hormonal, esta deberá ser guiada por un experto.

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"Todo en la mujer es hormonal, depende mucho de las hormonas para desarrollarse en todo ámbito de su crecimiento corporal", afirma Maracay por lo que la mujer siempre deberá estar pendiente de ellas durante toda su vida. En la menopausia, por ejemplo, que es cuando más se experimentan cambios hormonales se debe tener mayor cuidado, puesto a que existe un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. 

Entre los consejos que el doctor proporciona figuran las recomendaciones básicas para llevar una vida saludable, las cuales son alimentarse bien y hacer ejercicios, lo único que varía es el chequeo y el control permanente para descartar cualquier inicio de la enfermedad, pues bien se conoce que mientras menos avanzado esté un cáncer, existo mayor probabilidad de ganar la pelea. 

La alimentación

Él aconseja aparte de llevar una dieta balanceada rica en los diferentes nutrientes, consumir alimentos antioxidantes, como el tomate, el brócoli u otros que contengan selenio, como los champiñones, la avena, los frutos secos; como nueces, semillas o pipas de calabaza. También son importantes aquellos que contienen magnesio, como la quinoa, almendras, espinacas, vainas de soja y aguacate. 

Lo que no recomienda es consumir alimentos ricos en grasa o abusar de las  bebidas alcohólicas, ya que estas también podrían ser un factor de desarrollo para la enfermedad. 

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La actividad física

El ejercicio ayuda a liberar el estrés y para la mujer es muy importante alejarse de este enemigo que también influye en el deterioro de la salud.  Por ello, no importa si le gusta caminar o correr, hacer bailoterapia o practicar algún deporte, lo importante es que lo convierta en un hábito para mantener el cuerpo en movimiento y así regular las hormonas y mantenerlas saludables. 

Los controles

El doctor señala que cada mujer debe conocer su propio cuerpo, por consiguiente debe aprender  a realizarse el autoexamen, ya que es la primera forma de encontrar si existe alguna anormalidad.  

Los pasos son muy sencillos y ayudan a un reconocimiento rápido de la zona mamaria donde se puedan esconder nódulos. 

 

Como regla general, cada mujer debería realizarse una mamografía una vez cada año, a partir de los 40. Salvo que hayan existido casos de cáncer de mama en la familia, sobre todo en mamá o hermana, es aconsejable que la mujer se realice un examen,  aunque sea mucho más joven. 

Él recomienda para las mujeres menores de 40 años no hacerse aún la mamografía ya que esta podría producir trastornos a nivel de la glándula mamaria, y  como a esa edad los senos tienen sus tejidos densos no se puede visualizar bien.

Aunque la  edad en la que suele desarrollarse el cáncer de mama es entre los 40 y los 60 años, todas las mujeres corren el riesgo de desarrollarlo antes. Este año existe un 13% de mujeres menores a los 30 años que se han atendido en Solca por esta enfermedad, por lo que cuidarse nunca está demás. (I)

Los controles radican en: 

  • Realizarse ecografías,  mamografías  o  resonancias.
  • Las mujeres mayores de 40 años deberán realizarse controles uno por año. 
  • Las mujeres menores de 40 años,  es mejor que se hagan ecos o resonancias. 
  • Si ha tenido antecedentes de cáncer, el factor genético influye más y se deberán hacer controles antes de los 40 años.