Por Sui-Lee Wee

Garlic estaba muerto y Huang Yu no podía remediarlo. Así que un frío día de invierno, enterró el cadáver de su gato en un parque cercano a su casa.

Horas después, aún devastado, el empresario de 22 años recordó un artículo que había leído acerca de la clonación de perros en China. ¿Y si algún día pudiera revivir a Garlic?

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“Garlic es irremplazable para mí”, comentó Huang, quien desenterró a su gato británico de pelo corto y lo puso en el refrigerador como preparación para la clonación. “Garlic no dejó descendencia así que solo podía clonarlo”.

Esa idea lo llevó a Sinogene, una empresa comercial dedicada a la clonación de mascotas con sede en Pekín. Con unos 35.000 dólares y al cabo de siete meses, Sinogene creó lo que los medios de comunicación oficiales de China llamaron el primer gato clonado del país, una señal más de que la nación se está convirtiendo en una potencia en genética y clonación.

Chen Benchi, jefe del equipo de experimentos médicos de Sinogene, pesando a Garlic. El gatito permanecerá en el laboratorio durante otro mes antes de irse a casa con Huang Yu.

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Eso también indica que China podría convertir la clonación de mascotas en un negocio viable. De acuerdo con los expertos, duplicar perros y gatos no ha tenido mucho éxito en Estados Unidos ni en ninguna otra parte. Sin embargo, en la China obsesionada con sus mascotas podría ser diferente. Se espera que el tamaño del mercado nacional de las mascotas en China alcance los 28.200 millones de dólares este año, un aumento de aproximadamente una quinta parte respecto de 2018 de acuerdo con Gouminwang, una consultoría de mascotas en Pekín. El país ya tiene 55 millones de perros y 44 millones de gatos como mascotas y la demanda de los gatos está creciendo aceleradamente.

Garlic, nacido el 21 de julio, es el primer gato clonado por Sinogene, una compañía de clonación de mascotas en Pekín.

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La clonación de mascotas no se limita a China (Barbra Streisand declaró el año pasado que dos de sus perros son clones) y los gatos han sido clonados durante años, pero Garlic es el primer gato clonado por China, lo que ha fortalecido su posición entre los países que más clonaciones realizan, los cuales incluyen a Estados Unidos, el Reino Unido y Corea del Sur.

Mi Jidong, director ejecutivo de Sinogene, afirmó que la empresa decidió comenzar a clonar mascotas en 2015 tras realizar una encuesta entre aproximadamente mil personas que demostró que había demanda. La empresa ha clonado a más de cuarenta perros, incluyendo schnauzers, pomeranos y malteses, a un costo de 53.000 dólares cada uno, algunos para ser mascotas y otros con fines de investigación médica.

De acuerdo con Mi, es más costoso clonar perros que gatos, ya que el periodo en que es posible recolectar óvulos es muy breve en los perros. Afirmó que más de cien personas han almacenado muestras de ADN de sus mascotas con la expectativa de clonarlas.

Mi Jidong, director ejecutivo de Sinogene.

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El esfuerzo que realizó Sinogene durante un año para clonar un gato fue motivado por investigaciones de mercado que demostraron que los gastos están cobrando cada vez más popularidad en China, dijo Mi, quien jamás ha tenido una mascota. (“Los gatos y los perros necesitan muchos cuidados”, comentó).

La experiencia de China en genética crece a gran velocidad. Desde que los científicos chinos clonaron a una cabra en el 2000, han logrado producir los primeros clones de primate en el mundo al modificar embriones de monos para insertar genes asociados con el autismo y algunas enfermedades mentales, y crear perros superfuertes mediante experimentos genéticos. El año pasado, el país asombró al mundo después de que un científico chino anunció que había creado a los primeros bebés genéticamente modificados.

La clonación de mascotas casi no está regulada y es bastante controvertida en los lugares donde se practica, pero en China las barreras son especialmente bajas. Muchos chinos no consideran que utilizar animales para investigaciones médicas o cosméticas sea maltrato ni que la clonación de mascotas pueda llegar a generar problemas. Tampoco tienen leyes en contra del maltrato animal.

“Esta práctica satisface las necesidades espirituales del dueño y aumenta la felicidad”, comentó Wang Chuduan, profesor en la Universidad de Agricultura de China, en Pekín. “Hay una demanda en el mercado, entonces, ¿cuál es el problema?”.

Sinogene tiene ambiciones más allá de los perros y gatos: están clonando un caballo. Mi afirmó que la siguiente meta importante será clonar animales en peligro de extinción, incluyendo a osos panda y al tigre del sur de China.

“Creo que será muy difícil y necesitaremos más tiempo”, dijo Mi en una sala de conferencias rodeada de fotografías enmarcadas que muestran los casos de clonación exitosos de su empresa, como el primer perro policía de China.

Los críticos se oponen a la clonación de mascotas por considerarla ineficiente e inhumana. No está claro qué sucederá con los animales resultantes ni el efecto que causarán cuando se mezclen con el acervo génico más amplio. Los recursos podrían invertirse, en todo caso, en el cuidado de animales que ya existen, señalan los críticos.

Jessica Pierce, una bioeticista de la Universidad de Colorado en Denver, habló del uso de gatas como madres subrogadas para gestar clones, lo cual, señaló, era “similar al daño que le harías a una mujer cuyo único propósito fuera ser una máquina de reproducción para el hombre”.

“La gata no tiene ningún valor intrínseco”, dijo Pierce. “Es utilizada como un objeto, como un medio para el fin de alguien más”.

Para clonar a Garlic, los científicos implantaron células de piel del gato original de Huang en óvulos recolectados de otras gatas. Después de un choque eléctrico o químico, se implantaron cuarenta embriones clonados en cuatro gatas que actuaron como madres subrogadas. Eso dio como resultado tres embarazos, dos de los cuales no se lograron, dijo Chen Benchi, director del equipo de experimentos médicos de Sinogene.

“El daño es mínimo”, afirmó Mi, el director ejecutivo de Sinogene.

Solo científicos chinos han revisado a Garlic, quien nació el 21 de julio, pero el director de los científicos de la empresa, Lai Liangxue, fue profesor asistente en la Universidad de Misuri y su investigación en clonación se ha publicado en las reconocidas revistas Nature y Science.

Una visita al laboratorio de Sinogene, en las afueras de Pekín, mostró escenas que parecen salidas de una especie de versión felina de El cuento de la criada. El clon de Garlic, un gatito gris con blanco, se acurrucó junto a su madre subrogada, de una raza distinta a la de Garlic. Después, se puso a jugar con una pelota de peluche mientras tres gatas subrogadas embarazadas lo observaban desde sus jaulas. Se prevé que el nuevo Garlic se quede en el laboratorio de Sinogene un mes más para observación antes de que se lo envíen a Huang.

En otro lugar, dos laboratoristas con batas azules estaban enfocados en hacer pruebas de paternidad a caballos. Había tanques de nitrógeno líquido con células de mascotas en su interior.

Al principio, Huang se sintió desanimado por el precio de alrededor de 35.000 dólares pero, en una entrevista telefónica desde la ciudad occidental de Wenzhou, afirmó que recuperar a Garlic valía más que eso, aunque sus padres no lo aprobaran. El Garlic original murió en enero a causa de una infección en las vías urinarias a los 2 años.

Una investigadora en el laboratorio de Sinogene. La compañía estaba motivada por la investigación de mercado que mostró que los gatos cobraban popularidad en China.

El día en que Garlic murió y fue enterrado, Huang exhumó el cadáver del gato, lo envolvió con cuidado y lo colocó en su refrigerador. Luego esperó la llegada de un trabajador de Sinogene que provenía de Pekín para extraer células de la piel de Garlic y almacenarlas. Aproximadamente un mes después de la muerte de Garlic, Huang decidió seguir adelante con la clonación.

En su primera reunión con el nuevo Garlic en agosto, Huang descubrió que la clonación no había producido una copia exacta de su mascota anterior. Al clon le faltaba una mancha negra en el pelaje que decoraba la barbilla de Garlic. Sinogene respondió que los clones pueden tener ligeras diferencias en el pelaje o el color de los ojos y que una compañía ajena a la empresa había comprobado que el ADN coincidía.

“Si te digo que no me sentí un poco decepcionado, te mentiría”, dijo Huang. “Pero también estoy dispuesto a aceptar que hay ciertas circunstancias en las que la tecnología tiene sus limitaciones”.

El mes pasado, en una conferencia de prensa para revelar al Garlic clonado, se dijo que Mi afirmó que estaba considerando usar inteligencia artificial para trasplantar los recuerdos de la mascota original a la mascota clonada.

Cuando se le hicieron preguntas sobre esa declaración, Mi comentó que su empresa no se embarcaría en algo así, pero añadió que era una posibilidad que la tecnología podría ofrecer.

“Es una forma de imaginar el futuro”, dijo. (I)